Una Nueva Dinámica
Año 2020 - Desde el momento en que muchas iglesias fueron temporalmente cerradas, (otras permanentemente), y debido a una situación, que, al día de hoy, nadie puede realmente entender. Comenzó una nueva dinámica, y a lo que yo llamo, un nuevo fenómeno, la Iglesia Virtual.
Todos fuimos obligados a reinventar la forma de llegar y alcanzar a las vidas, y continuar comunicándonos y ministrando al pueblo de Dios. Muchos no se habían preparado para esto, no tenían ni el conocimiento técnico ni comunicacional, para llevar a cabo algo tan sencillo, y tan complicado, al mismo tiempo, como lo es una transmisión.
Permítame aclarar algo, una transmisión es algo mas que simplemente abrir una cámara, es ser responsable de lo que se dice y de como se dice.
El tema en sí no es la Iglesia Virtual, que nació y fue necesaria en ese momento, sino, la Iglesia Virtual y las Congregaciones Virtuales que se continúan propagando y operando en este tiempo y posiblemente, sin una necesidad real.
Comienzo con unas preguntas:
- ¿La iglesia es el Líder o la iglesia es el Pueblo de Dios?
- ¿La Iglesia es un Programa, o la iglesia es un Cuerpo?
- ¿La iglesia es el Concepto o la iglesia es un Organismo?
¿Qué es realmente la Iglesia?
1 Timoteo 3:15: Parafraseado: “La Iglesia, es la Casa de Dios, Puerta del Cielo, Casa de Oración para las naciones, la iglesia le pertenece al Dios viviente, y es columna y baluarte de la verdad”
Colosenses 1:18, 24: “y él es la cabeza del cuerpo que es la iglesia, él que es el principio, el primogénito de entre los muertos, para que en todo tenga la preeminencia. Ahora me gozo en lo que padezco por vosotros, y cumplo en mi carne lo que falta de las aflicciones de Cristo por su cuerpo, que es la iglesia”.
Efesios 3:10: “para que la multiforme sabiduría de Dios sea ahora dada a conocer por medio de la iglesia a los principados y potestades en los lugares celestiales”.
La Iglesia tiene una función clara y especifica, y es constituida y estructurada también, de forma específica. Por todos aquellos que juntos, buscan el rostro de su salvador, y juntos son procesados como piedras vivas, de un edificio espiritual. (1 Pedro 2:5)
La iglesia es el conjunto de personas redimidas por la Sangre del Cordero, congregadas como una familia espiritual, un real sacerdocio, un pueblo escogido, una nación santa, un pueblo adquirido por Dios.
No se puede cumplir con esto, sentados detrás de un monitor, aislados, solos en nuestro hogar, y sin realmente tener vida congregacional.
Durante el evento antes mencionado, esto fue específicamente lo mas que se afectó, la misión, la asignación y la comisión entregada a la iglesia, de juntos, reunirse y estar en comunión. Muchos si lo lograron, muchos que estaban conectados antes de la pandemia, se mantuvieron conectados en medio de ella. Pero muchos utilizaron la situación para retenerse en sus casas y mantener una “vida espiritual” virtual.
Entonces, algo que fue necesario, solo por razones y un tiempo específico, no debe ser promovido como el nuevo modelo de iglesia, para reunir en un foro a los inconformes. De esta forma, solo se le daría razón y validez, a aquellos que, con una agenda contraria a la iglesia, intentaron segmentar, separar y encerrar, al Cuerpo de Cristo y censurar el mensaje.
Así como muchos de nuestros niños fracasaron cuando le cambiaron el modelo tradicional, al modelo virtual, así también vi a muchos fracasar, cuando cambiaron su vida espiritual, por una congregación virtual.
De nuevo, una cosa es lo que se tuvo que hacer, lo que nos vimos en la necesidad de hacer, por unas causas específicas, y otra, lo que estamos haciendo hoy, por conveniencia personal y hasta por beneficios marginales.
“Pastorear virtualmente es fácil, ser un cristiano virtual, también.”

La Plataforma Virtual
La Plataforma Virtual, es el concepto ideal para aquellos que no se quieren realmente comprometer con Dios ni con la congregación. Para aquellos que no tienen disciplina espiritual y no quieren tener contacto, ni confraternizar con sus hermanos en la fe.
Es fácil predicar desde un estudio televisivo, bien equipado, bien adornado, y no desde un altar santificado y purificado. Es fácil predicarle a una audiencia desde la sala de nuestro hogar, es fácil predicarle a una audiencia que siempre está buscando lo nuevo que escuchar, y que, en el momento que no le gusta el mensaje ni lo que se predica, apaga la cámara y se mueve al siguiente servicio u ofrecimiento virtual.
De esta forma no se hacen discípulos, se hace audiencia, se hacen televidentes, se hacen seguidores. De esta forma no hay que visitar a nadie, ni atender realmente las necesidades del pueblo. Sino que, hasta quizás, se ofrecen servicios premium con una inscripción o mensualidad, al subscribirse a un canal.
Servicios premium, que ofrecen acceso a consultas personales, consejería matrimonial y familiar, mentoría profesional y diversas orientaciones como finanzas, ministerio y crecimiento personal, entre otros “servicios”.
¿Como trabaja la membresía de estas iglesias virtuales?
Sencillo, no existe este concepto, recogen personas de todos lados, de todas las congregaciones, agrupan personas inconformes para alimentarlas de forma masiva, sin conocer realmente a las personas, sin conocer su realidad, sus procesos, sus experiencias, y sus necesidades, a diferencia de una congregación y un pastor tradicional.
Se que el termino, “tradicional” no gusta, suena religioso, suena legalista, y que el termino virtual suena practico, moderno, flexible, conveniente. Pero que daño se le está haciendo al pueblo invitándolo a conectarse y no a congregarse.
Es fácil ser un pastor virtual sin tener la responsabilidad de sostener un lugar donde el pueblo pueda reunirse, para servir juntos, adorar juntos y aprender juntos. Es fácil adornar un cuarto posiblemente en su propia casa, para impartir y depositar “revelaciones, aplicaciones, interpretaciones y diseños” sin que un Cuerpo de Ancianos, de Diáconos, de Maestros, etc. le asistan en pastorear una iglesia.
Un modelo donde no hay gastos, ni deudas, ni billes que pagar, sino que solo se necesita una aplicación, un programa, una cámara y un sonido de alta calidad, para que la proyección, impresione.
Muchos de estos pastores virtuales, no se reportan a nadie, no le rinden cuentas a nadie, tienen alianzas con otros ministerios y ministros que operan de forma similar, para aparentar fuerza y unidad. Muchas veces, estos pastores virtuales, son personas que han salido heridos y traumados de ciertos movimientos y denominaciones, y canalizan su frustración a través de este tipo de rebelión solapada, en contra del sistema, que supuestamente los maltrató.
Muchas de estas congregaciones virtuales, no están formalmente registradas o incorporadas en el estado, en algunos casos ni siquiera tienen una cuenta de banco a nombre de la iglesia o ministerio, sino que todo se hace a nombre del “ungido, el profeta, el pastor o el apóstol”, que son los ministerios que sobresalen, de entre los 5.
No hay control, no hay claridad, no hay transparencia y no hay monitorización de cómo se usa el dinero. Pero eso sí, estos ministros virtuales tienen todas las plataformas de envío de dinero al día, Cashapp, Pay Pal, Zelle, etc, listas para recibir las donaciones.

El fondo monetario de las iglesias virtuales
¿En que gastan el dinero? Te has preguntado, no compran material para discipular la iglesia, no coordinan actividades ni eventos para el crecimiento espiritual de la iglesia, no invierten en los ministerios de damas, los caballeros, los niños, los jóvenes, ¿sabes por qué?, porque estos ministerios no existen en la “iglesia virtual”.
No hacen obra social, no alimentan al indigente, no hacen eventos evangelísticos para llegar a las almas, no respaldan misiones locales e internacionales, ¿sabes por qué?, porque esta obra no existe en una iglesia virtual.
¿Entonces que hacen con el dinero? Lo invierten en tecnología para lucir lo mejor posible delante de las cámaras. O sea, lo más importante es la apariencia, lo que se ve, lo que se proyecta a través de la pantalla de cada teléfono. Te pregunto:
- ¿Los puedes llamar cuando tienes problemas?
- ¿Pueden aconsejarte cuando estas en una crisis matrimonial?
- ¿Pueden alcanzar a tus hijos cuando estos no quieren ir a la iglesia?
- ¿Te apoyan cuando llega la crisis económica?
- ¿Siquiera oran por ti cuando se apaga la cámara?
Lo dudo mucho, porque ni siquiera te conocen. Para ellos su audiencia representa simplemente, un like, un share y un follower.
Pero me sorprende como se les siembra muchas veces a los nombres, no a la obra que hacen. Enriquecen a personas ambiciosas, que lo único que quieren es ser famosos y reconocidos, personas que quieren tener un buen nombre, pero nunca te hayan brindado un minuto de su tiempo, ni a ti, ni a tu familia.
Una cosa es estar activo virtualmente, de forma saludable, y otra es estar exclusiva y únicamente activo, virtualmente.
La Tecnología se ha vuelto una herramienta útil, la tecnología, como muchas otras cosas, no es ni buena, ni mala, sino que se tiene que juzgar según se utilice.
Muchos quieren vivir de sus compromisos, agendas llenas y giras promocionales, complementándolas con su ministerio virtual, mientras otros, a los que se le vaciaron sus 5 agendas, y no tienen compromisos ni giras promocionales, se ven en la necesidad de recurrir a este tipo de actividad virtual, para no morir en el anonimato, la inactividad, ni en la bancarrota.
De muchos se sabe, únicamente, cuando aparece un evento donde promocionarse, no se les ve haciendo el trabajo ni cumpliendo la función, pero si se les ve cuando sale la promoción. Te pregunto:
- ¿Cómo se celebra la Santa Cena virtual?
- ¿Cómo se bautiza virtualmente en las aguas?
- ¿Cómo se presentan niños de forma virtual?
- ¿Cómo se celebran matrimonios online?
Debemos tener cuidado a que le llamamos iglesia y ministerio, a quienes le llamamos ministros, y quienes le llamamos cristianos. Basta ya de las apariencias, basta ya de muchos, que haciéndose llamar lideres espirituales, alimentan y empeoran el problema, segmentando y dividiendo al pueblo, haciéndole creer lo que no es, y beneficiándose en el proceso.