Salomón, el hombre más sabio que ha existido, le deja escritos a sus hijos para compartir su sabiduría y para que aprendieran de sus experiencias.
El libro de Proverbios está lleno de consejos prácticos sobre cómo vivir una vida buena y virtuosa, y todavía se lee y se estudia mucho en la actualidad.
En la Biblia se puede encontrar varias listas. Estas listas contienen ejemplos como: características de Dios, lo que le agrada a Dios, lo que no le agrada, numeración de dones y ministerios, y lo que estaré explicando en este escrito, seis cosas que el Señor odia.
El blog post de hoy está basado en Proverbios 6:16-19
Hay seis cosas que el Señor odia, no, son siete las que detesta: los ojos arrogantes, la lengua mentirosa, las manos que matan al inocente, el corazón que trama el mal, los pies que corren a hacer lo malo, el testigo falso que respira mentiras y el que siembra discordia en una familia.
La palabra “odia” utilizada aquí, en el original Hebreo (H8130), es śānē', que significa personalmente verlo como un enemigo y odiarlo por completo.
La palabra “detesta” (aborrece) utilizada aquí, en el original Hebreo (H8441), es tôʿēḇâ, que significa abominación, una cosa repugnante; especialmente la idolatría.
Si no quieres ser un enemigo de Dios y ser odiado por completo, te recomiendo que mires esta lista como una lista de verificación (checklist). Si encuentras que estás haciendo una de estas acciones en tu autoevaluación, te recomiendo que le pongas un alto de inmediato.
Explicando las 7 cosas
Los arrogantes: La arrogancia proviene de una persona teniendo o revelando su importancia de forma exagerada. Se puede malinterpretar por uno ser seguro de sí mismo.
El ser seguro de sí mismo proviene de una autoestima alta. Cuando las personas seguras comienzan a exagerar y proclaman por todas avenidas que pueden lograr algo por quienes son o por lo que conocen.
Dios está en contra de los arrogantes. Esto es proclamado en Jeremías 50:31-32. En esos versículos, Dios mismo, proclama que le ha llegado su día y que lo castigará.
La lengua mentirosa: Los mentirosos son engañadores de hombres con sus palabras. En Proverbios 12:22 dice que los labios mentirosos son abominación a Jehová.
Si crees que existen diferencia entre mentiras, pues te tengo que adiestrar de que todas las mentiras son igualmente juzgadas por Dios. No existe una mentira blanca.
En Apocalipsis 22:15, los que aman y hacen mentira son nombrados en los que estarán fuera del reino de Dios. En esa lista se encuentran los hechiceros, los fornicarios, los homicidas, y los idólatras.
Las manos que matan al inocente: Hay personas que describen a nuestro Dios como un Dios de sangre. Dicen eso porque piensan que en el Viejo Testamento Dios mató a muchas personas sin motivo alguno.
Mencionan relatos como el diluvio (Génesis 6:1-8:22), las tantas batallas y guerras, y el castigo sobre el becerro de oro (Éxodo 32:21-35). Esos son unos pocos de tantos ejemplos que malinterpretan el carácter de Dios.
Cuando la matanza proviene de nuestra mano, nosotros estamos diciendo que somos el juez y verdugo. Le quitamos la posición de juez a Dios y decimos que nosotros somos quienes podemos juzgar asuntos terrenales. Bíblicamente podemos leer que Dios es el juez sobre todas las cosas. (Salmos 75:7; Isaías 33:22; Santiago 4:12)
La traducción del mandamiento “no matarás” fue traducido incorrectamente y en las traducciones actuales lo han corregido. Una orden de no matar condena hasta la persona que mata en defensa propia. ¿Cómo podremos tener a un Dios tan severo?
La traducción correcta es “no asesinarás.” El asesinar conlleva un plan y una ejecución. Por eso Jesús trajo revelación a este mandamiento diciendo que cualquiera que “se enoje contra su hermano, será culpable de juicio.” (Mateo 5:21-22)
Juan lo lleva a otro nivel en 1 Juan 3:15. Juan explica que el solo aborrecer a tu hermano te hace homicida. Eso es detestar u odiar a tu hermano.
El corazón que trama el mal: En Isaías 59:7-8 describe el pecado que estaba realizando el pueblo de Israel. La acción viene a consecuencia de lo que ocurre en los pensamientos; pensamientos de iniquidad, que hacen morada en el corazón y luego se realizan en acción.
Jesús nos confirma esto por medio de Mateo 15:18-19 cuando dijo que lo que sale de la boca, del mismo corazón sale. Porqué del corazón salen los malos pensamientos, los homicidios, los adulterios, la inmoralidad sexual, los robos, etc.
El corazón es engañoso y no debes de seguirlo, a menos que escudriñes la mente y luego pongas lo pongas prueba. (Jeremías 17:9) De lo que esté lleno tu corazón es de lo que accionarás.
Los pies que corren a hacer lo malo: Al igual que lo explicado acerca del corazón; los pies también reaccionan en base a lo que ya has pensado y has dejado morar en tu corazón. Estas son las personas que rápidamente corren para hacer el mal o pecar y no pueden rechazar la oportunidad cuando se les presenta.
El testigo falso que respira mentiras: Este ejemplo lo vemos condenado bíblicamente en muchos lugares en la biblia (Éxodo 20:16, Deuteronomio 5:20, Lucas 3:14, Proverbios 19:5, entre muchos más). El mentir por beneficio propio o por paga de otro es abominable a los ojos de Dios.
En Mateo 28:12-15 vemos que los principales sacerdotes y todo el concilio buscaron personas para difamar a Jesús. También le sucedió a David (Salmos 27:12) y a Esteban (Hechos 6:13).
Un ejemplo de falso testimonio para ganancia propia es la historia de Nabot y su viña. Cuando el rey Acab quizo obtener el viñedo de Nabot pero se negó a venderlo. Cuando Jezabel, la esposa de Acab, vió la tristeza de Acab, empleó a falsos testigos para que disfamarán a Nabot y luego fue apedreado por blasfemia a Dios y al rey. (1 Reyes 21:1-14)
El que siembra discordia en una familia: Una discordia es una situación en donde hay una falta de acuerdo entre personas, normalmente personas que conviven.
La familia es el mecanismo que Dios bendice. Dios al crear a Adán y a Eva les dijo que se multiplicaran. La familia es compuesta por un padre, madre, y los hijos. Algo fuera de eso establecido es incorrecto.
A Dios no le gusta el divorcio (Malaquias 2:16), pero por la dureza del corazón de los israelitas, les permitió divorciarse. (Mateo 19:3-12)
Las mayores razones por las discordias en parejas son por falta de compromiso, una infidelidad, expectativas poco realistas, falta de igualdad, abuso físico o mental, etc.
El que siembra discordia en una familia es aquella persona que se interpone, por motivos propios o por celos y contiendas.
Si pudiste relacionarte con una de estas 7 cosas que Dios detesta, todavía estas a tiempo de cambiar y pedir perdón por tus acciones. Como dice Salmos 51:17 “al corazón contrito y humillado, oh Dios, no despreciarás.”