La Adoración que le agrada a Dios ¿Lo sabes?

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hombre postrado en la arena

La Adoración es un acto que manifiesta nuestro nivel de relación y de revelación con Dios, la adoración tiene que ver principalmente con el reconocimiento de las virtudes y atributos de Dios. Jehová, nuestro Dios, quien se nos ha manifestado en persona, en especial su amor y su misericordia, a ese es quien adoramos.

¿Qué significa adoración?


El diccionario define la adoración como palabras y acciones que muestran respeto y asombro por un poder superior. La adoración cristiana se describe mejor como una manifestación externa de una devoción interna y un asombro por Dios.

El término griego proskuneo, del cual obtenemos las definicion de "adoración", que significa "caer ante" o "arrodillarse ante". La adoración, en contraste con la alabanza, que incluye levantar las manos, suele ir acompañada de una postura corporal más baja, como inclinarse o arrodillarse (Salmos 95:6 | 2 Cr. 29:28 | Apocalipsis 19:10).

Es como expresamos nuestra gratitud a Dios por ser Dios y por salvarnos es de lo que se trata la adoración. Aprender más acerca de Dios a través de las prácticas de estudio y oración bajo la guía del Espíritu Santo enciende el deseo de adorar a Dios todos los días, no solo los domingos por la mañana.

La alabanza debe ser una forma de vida. No tenemos tiempos fijos del día o del año en los que adoramos a Dios; más bien, dedicamos toda nuestra vida a hacerlo.

¿Cual es la adoración que a Dios le agrada?

La adoración no es solo una entonación emocional, sino una convicción, un entendimiento que viene de un corazón agradecido. Esto incluye su aplicación en la práctica pública y privada, individual y corporativa. No se limita a componentes regionales (de territorios), culturales (de países) o generacionales (de edad). La adoración debe ser una expresión soberanamente teológica.

La adoración es muchas cosas, pero principalmente un acto de agradecimiento, una expresión personal de reconocimiento a la autoridad de Dios y un compromiso a obedecerle.

No toda adoración es recibida, si no es debidamente presentada (2 Cr. 29:31 | 2 Cr. 33:16 | Salmos 33:16 | Jer. 17:26 | Am. 4:5 | Jon. 2:9 | Heb. 3:15).

La adoración y la alabanza son sacrificios que tienen que ser inspeccionados y aprobados por el Espíritu Santo para ser recibida, nuestra adoración no es recibida si no es resultado de una vida de total obediencia y servicio a Dios

Una parte doctrinal importante para nosotros lo es que la verdadera ofrenda, la que es recibida, requiere tres elementos:

  • La Calidad de la Ofrenda; la Totalidad
  • La Condición de quien la Ofrece, Santidad
  • La Consagración del Altar donde se Presenta, Orden y Limpieza

Explicación del texto más utilizado sobre la adoración

Un texto que hoy día se usa mucho para relacionarnos con la adoración y el ser un adorador lo es Juan 4:23.

Juan 4:23 - “Pero se acerca el tiempo—de hecho, ya ha llegado—cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad. El Padre busca personas que lo adoren de esa manera..”

"Se acerca el tiempo" significa que en ese momento, aun no se había alcanzado ese nivel, ¿porqué no se había alcanzado ese nivel? Porque todavía Cristo no se había ofrecido en sacrificio y todavía el Espíritu Santo no había sido enviado.

La adoración en espíritu y verdad es la adoración que le ofrecemos a Dios por medio del Espíritu Santo, no la que le ofrecemos a través de nuestros propios medios. O sea que cuando la verdadera adoración fluye, no debe haber espacio para que ninguna otra cosa se mueva o se manifieste contraria a la adoración misma.

La adoración debe ser entrega, especialmente de nuestra mente, corazón y espíritu, así como de nuestro cuerpo.


¿Qué más dice la Biblia de la Adoración?

  • ADORAR A DIOS ES POSTRARSE ANTE ÉL
  • La palabra “adoración” no se encuentra en la Biblia (por lo menos, en la versión RV 1960). ¡Sorprendente! ¿Verdad? Ahora, sí aparece la palabra “adorar”, unas 150 veces.


    Detrás de esos 150 textos hay seis palabras hebreas, arameas y griegas. La idea principal es la de postrarse ante Dios. La verdadera adoración consiste en postrarse ante Dios (no necesariamente físicamente, pero sí en el corazón). Y la adoración falsa consiste en postrarse ante cualquier ser o cosa que no sea Dios.

  • ADORAR A DIOS ES RESPONDER TODO LO QUE ÉL ES, CON TODO LO QUE NOSOTROS SOMOS
  • Cuando adoramos, no estamos haciendo algo en un vacío; estamos respondiendo a algo. ¿A qué? Pues, a Dios, a todo lo que nos enseña su Palabra acerca de Él. Y hacemos eso con todo lo que somos y con todo lo que tenemos. Eso es adoración.

  1. Abraham subiendo el monte Moriah para adorar al Señor, ofreciéndole a su hijo Isaac en holocausto (Gn. 22:5)
  2. La adoración de la que habló Miqueas: “…hacer justicia, amar la misericordia, y humillarte ante tu Dios” (Mi. 6:6-8)
  3. La adoración enseñada por el apóstol Pablo: “…que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional” (Rom. 12:1)
  • EL OBJETIVO NÚMERO UNO DE NUESTR ADORACIÓN DEBERÍA SER AGRADAR A DIOS Y DARLE GLORIA
  • La adoración verdadera no es egocéntrica, sino teocéntrica. En el centro del escenario no estoy yo; está Dios. La idea no es que nosotros lo pasemos bien; la idea es agradarle al Señor y darle gloria.

    Usamos mucho las palabras: “Me gusta” y “No me gusta”. La adoración verdadera no debería ser una cuestión de nuestros gustos; lo único que realmente importa es que le guste al Señor, que le agrade y le dé gloria a Él.

  • HAY DOS COSAS QUE SON MÁS IMPORTANTES QUE EL CANTO. LA PALABRA DE DIOS Y LA ORACIÓN
  • Aunque cantar al Señor es muy importante, más importantes aún es la Palabra de Dios y la oración.

    En los cuatro Evangelios hay muy pocas referencias a la música y solo una referencia al Señor mismo cantando, pero ¿cuántas referencias hay a la Palabra de Dios y a la oración?: ¡un montón! ¿Verdad?

    El libro de Hechos describe los primeros treinta años de la Iglesia, pero ¿cuántas referencias hay al canto de los primeros cristianos?: solo una (explícita), y no se trata de una reunión cristiana normal, sino ¡de Pablo y Silas cantando en una cárcel! Pero ¿y las referencias en Hechos a la Palabra de Dios y a la oración? Muchas, ¿verdad?

Cantar a Dios no debe ser un ritual vacío, sino una efusión de gracias al Dios que nos salva y nos colma de gracia y misericordia. Se libera un espíritu de adoración interactivo y de alabanza cuando el corazón se llena de música centrada en Dios.

Dios merece nuestro mayor honor, adoración y estima. Todos los días, nos da todo lo que necesitamos para sobrevivir. A través de los canales que él proporciona, podemos sentir la presencia de la esperanza y experimentar la alegría que emana de ella. Sacrificó a su propio hijo para que pudiéramos llamarlo Padre.

Uno de los atributos de Dios es su capacidad para inspirar originalidad.

Dios da libremente. La fe en Dios es una apuesta segura. Un Dios con el que se puede contar. Un Dios fiel. Señor, eres digno de nuestro agradecimiento y adoración (Apocalipsis 5:12).

¡La adoración es mucho más que solo algo que hacemos en la iglesia! Tenemos que dejar de engañarnos y dejar de engañar a otros, pensando que adoramos a Dios cuando solo cantamos una canción o expresamos nuestros sentimientos y opiniones.



Sobre la Autora
La Apóstol Limarie lleva 18 años sirviendo en distintos ministerios, entre ellos el pastorado, la educación Cristiana y el diseño de la mujer. Es esposa y madre de tres varones. Activamente está pastoreando, junto con su esposo el Apóstol Juan C. Vargas, la iglesia Casa de Adoración. Su libro mas reciente es Yo Soy Quien Dios Dice Que Soy.

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