Entendiendo la Autoridad En Una Pareja

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una pareja recien cazadas caminando juntos adentro de un edificio

Basado en Números 30:2-13

La Autoridad Espiritual

El hombre esta llamado a ser la autoridad espiritual, la cabeza del hogar, pero la autoridad solo se recibe cuando Jesús nos la delega por medio del desarrollo de su carácter en nosotros. La autoridad espiritual no viene por una posición en la iglesia, ni por un nivel académico, ni por un talento, don o ministerio.

Tampoco por un capricho o tradición cultural, viene a través de la revelación y la relación con Cristo. Imponer y demandar autoridad, es uno de los frutos más evidentes, de que no se tiene.

Una mujer sin una autoridad sacerdotal competente queda expuesta de muchas formas, a muchas luchas, y no solo ella, sino también sus hijos y su hogar. El ministerio familiar se ve comprometido como se comprometió el de Moisés, porque el ministerio no está diseñado para dividir a la familia sino para unirla. No podemos estar casados en lo natural y divorciados en lo espiritual.

Un hombre con verdadera autoridad sacerdotal provoca que aun en la corrección, haya bendición y edificación. Nunca es áspero ni autoritario, sino que en amor sabe llevar a su esposa y a su familia a cumplir el propósito.

Números 30:2-13, La Ley de Votos, habla sobre la autorización que el hombre tieene para silenciar a la mujer. Lo que es requerido del hombre es alcanzar el nivel de discernimiento para saber que palabras pueden ser de bendición o de maldición en la vida de ella y de la familia, ensenando a utilizar el poder de las palabras de la forma correcta. El hombre ha sido diseñado para ser un protector y proveedor no solo natural, sino también en lo espiritual, y definitivamente, es mucho más difícil ser un protector y proveedor Espiritual, que uno natural.

Sin ese nivel de protección espiritual, la mujer queda expuesta a las huestes espirituales, que fue lo que le sucedió a Eva. Eva peco debido a que la serpiente la encontró fuera de la cobertura de su esposo, aquí el error fue de ambos, pero la responsabilidad principal fue de él.

El hombre nunca debe dejar a la mujer sin la cobertura necesaria y constante, pero la mujer tampoco debe operar fuera o alejarse de esa cobertura. El poder de este acuerdo es la evidencia de que ambos viven en el orden, la estructura y el diseño establecido por Dios para el matrimonio y la familia.

Aunque hemos hablado mucho del matrimonio, este mandato no aplica solo a la mujer casada, en el diseño espiritual-ministerial de la mujer, se encuentra la necesidad de cobertura espiritual-sacerdotal, de una autoridad espiritual, sea la de su esposo, de su padre, de un hermano y hasta de un pastor o líder espiritual.

Una mujer soltera, divorciada o viuda, tiene también la necesidad de estar bajo la cobertura de una autoridad sacerdotal, porque sin importar su situación, esta puede también y debe, ser útil en el ministerio. Una mujer con un esposo inconverso también tiene no solo la necesidad sino el derecho, de estar bajo una autoridad sacerdotal y un líder espiritual saludable.

Un pastor tiene la responsabilidad de asegurar que cada familia este en orden y que cada matrimonio sea funcional para asegurar que cada mujer está lista para servir en la Casa de Dios, para que en la iglesia no encuentre tropiezo en su servicio a Dios.

Este principio espiritual se expresa en 1 Pedro 3:7 donde podemos ser estorbados en nuestra relación espiritual debido a nuestra situación matrimonial: “Vosotros, maridos, igualmente, vivid con ellas sabiamente, dando honor a la mujer como a vaso más frágil, y como a coherederas de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no tengan estorbo”.

El mismo texto confirma que es necesaria esta cobertura espiritual, no solo para la protección espiritual sino para el buen funcionamiento ministerial y una buena relación con Dios.

Una mujer con autoridad sobre su cabeza puede operar efectivamente en el ministerio mientras esté debidamente cubierta de muchos de los ataques espirituales que pudiera recibir si lo hiciera desde fuera de esa cobertura. La pregunta ahora es, ¿estamos siendo el tipo de cobertura que nuestras esposas necesitan? O ¿las estamos dejando pelear, operar y llevar la carga espiritual de nuestros hogares solas, como sucedió con Sefóra y Moisés?

Un sacerdocio espiritual saludable y efectivo se evidencia en que nuestras esposas, hermanas, hijas naturales y espirituales, llegan a alcanzar su propósito espiritual y su máximo potencial ministerial porque nosotros no las hemos dejado solas y las hemos empoderado bíblicamente, con la autoridad espiritual que Cristo nos delegó a nosotros.

un papel escrito

Responsabilidades del Hombre

Los maridos son responsables por la vida espiritual de nuestra esposa, no el pastor, nosotros somos responsables por la vida espiritual de nuestras hermanas cuando su esposo no es creyente o ni siquiera tiene esposo. Nosotros somos responsables por la vida espiritual de nuestras hijas, mientras estas vivan con nosotros.

Si usted es pastor o líder ministerial usted es responsable de cubrir espiritualmente a las damas solteras, viudas o divorciadas que están bajo su cuidado, como padre espiritual junto a su esposa. Ninguna mujer debería estar luchando sola o cargando la carga espiritual de la familia y del matrimonio por su cuenta, para eso Dios nos encomendó esa responsabilidad a nosotros como hombres y sacerdotes.

Es tiempo de ocupar al lugar para el cual fuimos diseñados, porque iglesias en orden son aquellas que tienen familias en orden, iglesias saludables, son aquellas que tienen familias saludables y nuestra efectividad ministerial se alcanza, cuando operamos desde dentro del diseño, la función y el propósito de Dios.

1 Corintios 11:10: “Por lo cual la mujer debe tener señal de autoridad sobre su cabeza, por causa de los ángeles”.

Ya hemos visto este texto desde la perspectiva espiritual, pero la referencia en Apocalipsis 2 y 3 nos lleva a evaluar otra área dentro de la autoridad espiritual de la mujer, su operación ministerial. En esos dos cápitulos leemos como al ángel de las iglesias se les escribia una carta. En todos estos casos se utiliza la misma palabra para ángeles que en 1 Corintios 11:10.

Entonces ¿cómo podemos aplicar también esta cobertura espiritual y delegación de autoridad espiritual del hombre a la mujer, en lo ministerial?

La mujer necesita la cobertura sacerdotal del varón para protegerse de todo ataque espiritual pero también para buen testimonio ministerial. Muchas veces los ataques no son solo espirituales son también naturales, debido a la mala interpretación de las funciones y roles ministeriales entre el hombre y la mujer, muchos prefieren descalificar totalmente a la mujer para los asuntos ministeriales atribuyéndoselos únicamente a los hombres.

Una mujer ¿puede ser apóstol? ¿puede ser profeta? ¿puede ser evangelista? ¿puede ser pastora? ¿puede ser maestra? Esa es la pregunta que muchos no se atreven a responder, otros responden parcialmente, o sea, la mujer puede ser maestra, pero no puede ser pastora, puede ser profeta, pero no puede ser evangelista, etc.

Priscilla evidentemente tenía un lugar de prominencia en la Biblia, debido al orden de su mención, muchas veces antes que a su marido (Hechos 18:18, Hechos 18:26. Romanos 16:3). ¿Esto le quitaba autoridad a Aquila? No, porque su mujer estaba debidamente empoderada bajo su cuidado y protección espiritual, ambos tenían una iglesia en su casa en Corinto, donde ambos eran pastores, 1 Corintios 16:19.

Priscila y Aquila también le expusieron la Palabra mas exactamente a Apolos, un varón poderoso y elocuente en las Escrituras. (Hechos 18.24-26)

Este es un ejemplo ideal de lo que debería ser el funcionamiento ministerial entre los esposos. Muchos se sienten intimidados por el potencial de una mujer en las manos de Dios y esconden su timidez e inseguridad detrás de su supuesta autoridad espiritual, prefiriendo minimizar el ministerio y la autoridad espiritual de la mujer en vez de reforzarla y empoderarla correctamente.

  • En Hechos 21:8-9, vemos la operación de las hijas de Felipe en el ministerio profético.
  • En Juan 4 vemos a la Mujer Samaritana llevando el mensaje de salvación a todo el pueblo en una función evangelistica.
  • En Jueces 4 habla de Débora como Gobernadora del Israel, profetiza y jueza

Una correcta cobertura sacerdotal sobre una mujer la empodera para operar correcta y efectivamente en cualquier ministerio, mientras este dentro de la cobertura correcta, protegida de toda hueste espiritual.

Un hombre que ignora esto o no lo pone en función, es un hombre que le responderá a Dios mismo por como administro su hogar. La vida espiritual de nuestra familia y de nuestros hijos depende de la salud espiritual y emocional en el matrimonio.

Nosotros le modelamos a nuestros hijos el diseño, pero los cubrimos con el ambiente que creamos día a día. Un hombre con hijas debe tener la conciencia de quien debería ser el para ellas, mucho mas que un padre natural, sino un padre espiritual bajo una cobertura fuerte y saludable, en lo que ellas puedan recibirla adecuadamente de quien será su esposo en el futuro.

Los padres con hijos varones tiene que modelarles esta cobertura a sus hijos y ensenarles a como vivir en el diseño y la función para que el día que les toque a ellos casarse y ser cobertura, lo sean efectiva y saludablemente.

El secreto de ser una sola carne no es solo natural, sino también espiritual, sabiendo operar en el diseño y la relación que Cristo mismo tiene con su iglesia. La iglesia del mañana y las familias del futuro están siendo construidas hoy, el sistema está tratando de dañar el diseño y el propósito, pero la iglesia tiene la responsabilidad de luchar contra esto de la forma correcta y para esto necesita que tanto el hombre como la mujer entiendan su función y lo cumplan.

1 Timoteo 3:4-5: “Que gobierne bien su casa, que tenga a sus hijos en sujeción con toda honestidad (pues el que no sabe gobernar su propia casa, ¿cómo cuidará de la iglesia de Dios?)”



Sobre el Autor
El Apóstol Vargas es fundador de varios ministerios, donde la educación cristiana es uno de ellos. El es Coach Cristiano, Capellán, y un Maestro de la palabra de Dios. Su libro publicado más reciente es Mentoría Generacional.