Nivel de Hijo

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un padre, con un gaban, caminando y agauntando la mano de su hijo

Basado en Juan 21:1-14

Nivel de Discípulo


Esta es la tercera parte, la primera parte es el Nivel de Oveja, aprecioné AQUI para leerlo, la segunda parte es el Nivel de Discipulo, aprecioné AQUI para leerlo.

Juan 21:20-25

“Volviéndose Pedro, vio que les seguía el discípulo a quien amaba Jesús, el mismo que en la cena se había recostado al lado de él, y le había dicho: Señor, ¿quién es el que te ha de entregar? Cuando Pedro le vio, dijo a Jesús: Señor, ¿y qué de este? Jesús le dijo: Si quiero que él quede hasta que yo venga, ¿qué a ti? Sígueme tú. Este dicho se extendió entonces entre los hermanos, que aquel discípulo no moriría. Pero Jesús no le dijo que no moriría, sino: Si quiero que él quede hasta que yo venga, ¿qué a ti? Este es el discípulo que da testimonio de estas cosas, y escribió estas cosas; y sabemos que su testimonio es verdadero. Y hay también otras muchas cosas que hizo Jesús, las cuales si se escribieran una por una, pienso que ni aun en el mundo cabrían los libros que se habrían de escribir. Amén”.

Aquí vemos la diferencia entre la relación de discípulo y la relación de hijo. Recuerde que había una relación especial entre Jesús y Juan, pero también entre, Jesús, Pedro, Juan y Santiago. Pedro había visto a Juan recostarse del pecho de Jesús, Pedro había visto a Juan recibir respuesta a la pregunta de ¿Quién le iba a entregar? Pero a Pedro todavía le faltaba en su proceso de crecimiento, y en su relación con Jesús, algunas experiencias para pasar de Discípulo a Hijo.

Permítanme recordarles algo, los hijos no niegan a los padres, por eso Pedro corrió cuando las cosas se pusieron malas, pero Juan se quedó.

¿Cómo podemos saber que Juan había alcanzado el nivel de identidad correcto y el resto de los discípulos no? Sencillo, porque Juan fue el único de los discípulos que tuvo el valor de quedarse con Jesús hasta el final y fue a quien se le encargo, el cuidado de María su madre.

Veamos e puntos importantes:

  • Un pastor, NO le puede confiar los asuntos de su casa y su familia, natural y espiritual, a una oveja.
  • Un pastor es aún muy cuidoso de confiándole los asuntos de su casa y familia, natural y espiritual, a un discípulo, pues el discípulo está aún en un proceso de entrenamiento no completado, como le sucedió a Pedro.
  • Pero un pastor le puede confiar los asuntos de su casa y familia, natural y espiritual a un hijo, pues el hijo es parte de la casa, natural y espiritual, y se hace responsable, como le sucedió a Juan.

Les pregunto, ¿en qué nivel de identidad se encuentra? ¿en qué nivel se encuentran las personas a su alrededor? ¿A qué nivel espiritual aspiran llegar?

Entendamos algo, el Cuerpo de Cristo, la Iglesia, esta compuesta de Ovejas, Discípulos e Hijos, según el nivel de madurez y relación en el que operen. Aquí no se cuestiona la vida espiritual ni la salvación de nadie, sino los Niveles de Relación y de Bendición en el que operan.

Cuando nosotros entendemos esto, podremos ser mejores líderes y pastores más efectivos, estableciendo los límites de operación y relación efectivos, para que la familia espiritual opere saludablemente.

Los procesos de enseñanza, disciplina y entrenamiento por los que atravesamos, son para llevarnos de ser corderos a ser ovejas, de ser ovejas a ser discípulos, y de ser discípulos para convertirnos en hijos maduros.

Jehová quiere ser tu pastor y que nada te falte, pero para esto, su vara y su callado nos deben infundir aliento. Como respondemos nosotros a esos procesos, que muchas veces son incomodos, es la evidencia de si podemos ser pastoreados, o solamente apacentados.



Sobre el Autor
El Apóstol Vargas es fundador de varios ministerios, donde la educación cristiana es uno de ellos. El es Coach Cristiano, Capellán, y un Maestro de la palabra de Dios. Su libro publicado más reciente es Mentoría Generacional.