El Clamor de los Hijos

Por esto es por lo que me apasiona ser maestro y Pastor de jóvenes. Para poder instruir al pueblo para que no perezca.

En esta trayectoria de enseñanzas yo hice una seria del poder que tú tienes. Entre ellos se encuentra el acceso al padre, el E.S., la oración, etc. El tema favorito mío de ellos es el poder de tu lengua. Añadidura a lo ya explicado.

Hay algo que ocurre cuando lo hablas, lo gritas, o produces aliento.

El ejemplo que Dios nos dejó fue el solamente hablarlo a su existencia.

• Y dijo Dios: Sea la luz; y fue la luz.
• Luego dijo Dios: Haya expansión en medio de las aguas.
• Dijo también Dios: Júntense las aguas que están debajo de los cielos en un lugar, y descúbrase lo seco.
• Dijo luego Dios: Haya lumbreras en la expansión de los cielos para separar el día de la noche
• Luego dijo Dios: Produzca la tierra seres vivientes según su género.
• Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza.

¿Porque se nos olvida que hemos sido creado a Su imagen y semejanza? Nuestro Padre nos dejó desde el primer capítulo de sus instrucciones a sus hijos que el crea con el hablar.

Si un centurión Romano pudo entender el poder de la boca de Yeshua, ¿cómo nosotros se nos hace difícil de entender? Ese centurión le dijo a Jesús que no necesitaba Jesús regresar a imponer sus manos sobre su criado, si no que con tan solo el declarar la palabra iba a ser sano.

El Grito de Ismael

Génesis 21:14-19 relata que Agar y Ismael fueron expulsados del campamento de Abraham por la orden que le dio Sarah. En el camino por el desierto Agar y Ismael tuvieron sed y Agar se apartó de Ismael para no verlo morir.

Pero en el momento de la peor desesperación, Ismael gritó y lloró. Ese clamor del muchacho fue escuchado y su respuesta vino inmediatamente.

El grito de Ismael provocó que apareciera agua en el desierto. Pero tenemos gente que prefiere quedarse en el desierto. Les gusta estar secos espiritualmente cuando lo único que tienen que hacer es alzar su voz.

En el momento de tu aflicción, en el momento que ya no tienes fuerzas para seguir, cuando has tratado todo, cuando has gastado todo, con un solo grito al cielo, Dios lo cambia todo.

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El Gemido de Israel

Éxodo 2:23-25 - Y aconteció que pasado mucho tiempo, murió el rey de Egipto. Y los hijos de Israel gemían a causa de la servidumbre, y clamaron; y su clamor, a causa de su servidumbre, subió a Dios. Oyó Dios su gemido, y se acordó Dios de su pacto con Abraham, Isaac y Jacob. Y miró Dios a los hijos de Israel, y Dios los tuvo en cuenta.

Éxodo 6:4-6 - También establecí mi pacto con ellos, de darles la tierra de Canaán, la tierra donde peregrinaron. Y además, he oído el gemido de los hijos de Israel, porque los egipcios los tienen esclavizados, y me he acordado de mi pacto. 6Por tanto, di a los hijos de Israel: "Yo soy el SEÑOR, y os sacaré de debajo de las cargas de los egipcios, y os libraré de su esclavitud, y os redimiré con brazo extendido y con juicios grandes…"

Dios escuchó el clamor de su pueblo cuando realmente querian ser libres. La diferencia de pedir y clamar es suficientemente grande. Uno no llama la atención de Dios, la otra si. Como hijos tenemos el derecho de clamarle al Padre.

En Salmos 18:6 (En mi angustia invoqué a Jehová, Y clamé a mi Dios. El oyó mi voz desde su templo, Y mi clamor llegó delante de él, a sus oídos), leemos como el clamor llegá delante de él. Aveces lo único que tienes que cambiar de tus oraciones es clamar.

Pero, ¿cual es la diferencia entre pedirle a Dios y clamar?

El sale de lo profundo del corazón del creyente cuando ya no tiene alternativas o realmente tiene el conocimiento y la fe de que Dios obrará. Es necesario entender que la situación no tiene que llegar al borde del pricipicio para que nazca un clamor de tu ser.

El clamor puede surgir en medio de tu confianza en Dios.