Renovados en el Espíritu de vuestro Entendimiento

Cuando entendemos esto, comprendemos que estamos en Jesús no por ninguna obra o estrategia humana o natural, sino por un propósito y disposición exclusivamente divina. Estamos en Cristo por la plena disposición de Dios Padre de hacernos llegar el Evangelio y que a través de el, conociéramos a nuestro Señor y Salvador Jesucristo.

“Coré hijo de Izhar, hijo de Coat, hijo de Leví, y Datán y Abiram hijos de Eliab, y On hijo de Pelet, de los hijos de Rubén, tomaron gente, y se levantaron contra Moisés con doscientos cincuenta varones de los hijos de Israel, príncipes de la congregación, de los del consejo, varones de renombre.

Y se juntaron contra Moisés y Aarón y les dijeron: !!Basta ya de vosotros! Porque toda la congregación, todos ellos son santos, y en medio de ellos está Jehová; ¿por qué, pues, os levantáis vosotros sobre la congregación de Jehová?

Cuando oyó esto Moisés, se postró sobre su rostro; y habló a Coré y a todo su séquito, diciendo: Mañana mostrará Jehová quién es suyo, y quién es santo, y hará que se acerque a él; al que él escogiere, él lo acercará a sí.

Haced esto: tomaos incensarios, Coré y todo su séquito, y poned fuego en ellos, y poned en ellos incienso delante de Jehová mañana; y el varón a quien Jehová escogiere, aquel será el santo; esto os baste, hijos de Leví.

Dijo más Moisés a Coré: Oíd ahora, hijos de Leví: ¿Os es poco que el Dios de Israel os haya apartado de la congregación de Israel, acercándoos a él para que ministréis en el servicio del tabernáculo de Jehová, y estéis delante de la congregación para ministrarles, y que te hizo acercar a ti, y a todos tus hermanos los hijos de Leví contigo?

¿Procuráis también el sacerdocio? Por tanto, tú y todo tu séquito sois los que os juntáis contra Jehová; pues Aarón, ¿qué es, para que contra él murmuréis? Y envió Moisés a llamar a Datán y Abiram, hijos de Eliab; más ellos respondieron: No iremos allá”

Lo primero que quiero señalar es que el título del capítulo se llama la Rebelión de los hijos de Core, no se llama la rebelión de los hijos de Rubén. En esta rebelión no estaba solo Core, sino que estaba también Datan y On envueltos. Pero la Biblia es clara atribuyendo la responsabilidad principal a Core, ¿saben por qué? Porque la responsabilidad principal la cargaba la Tribu de Levi y no la de Rubén, aunque Rubén era el mayor de los hijos de Jacob.

Esto también nos dice que la autoridad está totalmente relacionada con el servicio, y el servicio está totalmente relacionado a la función. O sea, no cumplir con tu función, de lleva a no servir bien y el no servir buen, te puede llevar a la rebelión, o sea, hacer las cosas a tu forma y no a la forma de Dios.

El Reino se estable en autoridad, la autoridad correcta, la autoridad del Padre en el Antiguo Testamento y en la autoridad del Hijo, delegada por el Padre en el Nuevo Testamento.

Los Problemas con la Autoridad

Los problemas con la autoridad nos pueden llevar a la rebelión, problemas con la autoridad de Dios, acarrean castigo pues la autoridad que Dios delega, la delega para cumplir con una función que te lleva a un propósito. Levantarse contra la autoridad es levantarse contra la función y el propósito, y levantarse contra la función y el propósito, es levantarse contra Dios mismo.

Romanos 13:2: “De modo que quien se opone a la autoridad, a lo establecido por Dios resiste; y los que resisten, acarrean condenación para sí mismos”.

Sabes porque yo no tomo personal la rebeldía? Porque cualquier tipo de rebeldía, se interpreta como rechazo a la autoridad y la autoridad le pertenece totalmente a Dios.

Yo nunca le voy a pedir que haga algo a mi forma, yo me voy a encargar de expresarle aquella parte de la voluntad de Dios que se relaciona con mi función y al final del día usted es responsable de tener el discernimiento y la madurez espiritual para saber si lo que le pido viene de parte de Dios o no.

Nuestro mensaje, nuestro llamado, nuestra autoridad será cuestionada y desafiada en ciertos momentos, vivimos en un tiempo donde la autoridad de la iglesia en general está siendo cuestionada, está siendo desafiada.

Una iglesia que ha perdido la dirección y ha perdido la autoridad, no es la iglesia que Dios tiene reservada para este tiempo. Una iglesia que sigue la corriente de este mundo y no la confronta, es una iglesia sin autoridad y una iglesia sin autoridad, es una iglesia sin Cristo.

La iglesia sabe reconocer la autoridad de Dios se manifieste donde se manifiesta y se manifieste como se manifieste. ¿A que me refiero con esto? Que se puede manifestar en una zarza, se puede manifestar en un altar (Elías), se puede manifestar en un ángel, se puede manifestar en un rey impío (Nabuconodosor), se puede manifestar en una visión (Pablo), cuando usted conoce la autoridad de Dios, usted se somete a esa autoridad.

Cuando dije que el liderazgo en este tiempo necesita ser redefinido, a lo que me refería es que los estándares del mundo se han metido en la iglesia y por eso el liderazgo en la iglesia ha dejado reconocer la autoridad y ha dejado de confrontar al mundo, porque han dejado de parecerse a Cristo y no le estar representando bien.

Si tu autoridad proyecta a Cristo, si representa a Cristo, si exalta a Cristo, si promueve la gloria de Cristo, tu autoridad será cuestionada y confrontada, pero como sucedió con Moisés y los Hijos de Core, Dios mismo defenderá su caso.

Dios no ha cambiado, el trato de Dios con la humanidad se encuentra en su punto mas importante, si importante fue el establecimiento desde la fundación del mundo, su manifestación a su tiempo cuán importante será su final cumplimiento.

Nuestro liderazgo y autoridad nos ha sido delegado para dar a conocer a Cristo como lo presenta la Escritura, como dice Isaías, “Sin atractivo para que le deseamos”.

Así como los Hijos de Isacar ejercían autoridad sobre sus hermanos, así como Moisés ejercía autoridad sobre el pueblo, cuando el llamado viene del cielo, la autoridad correcta se manifiesta de la forma correcta, en el momento correcto, porque Dios mismo dará testimonio de quien es de él y quien no.