Carácter de los hombres en los postreros días

Profundizando en 2 Timoteo 3:1-5

En 2 Timoteo 3 habla claramente de un acontecimiento o más bien un comportamiento que se iba a estar manifestando en las personas futuras y aquí estamos viviendo cada detalle. Aunque dice “hombres” nos vamos a referir a toda persona.

Te invito a leer esta porción con nuestro entendimiento del hoy.

2 Timoteo 3:1-5 - "También debes saber esto: que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos. 2 Porque habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos, 3 sin afecto natural, implacables, calumniadores, intemperantes, crueles, aborrecedores de lo bueno, 4 traidores, impetuosos, infatuados, amadores de los deleites más que de Dios, 5 que tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella; a estos evita."

Esta fue la exhortación del Apóstol Pablo para su hijo en la fe, Timoteo. Al ser más joven y comenzar a atender de las ovejas del Señor, le advierte y le pide que se cuide de un comportamiento que sería manifiesto. Comienza enfatizando que vendrán tiempos peligrosos. Y luego hace una lista de esas características que ellos tendrán.

Entendamos primero lo que es el carácter

CARÁCTER: es el “yo” verdadero (lo interno del corazón). Es el resultado de nuestro temperamento natural modificado por la formación que recibimos en nuestra infancia, por la educación y por las actitudes, creencias, principios y motivaciones básicas. A veces podemos decir que es “el alma” del hombre, constituida por la mente, las emociones y la voluntad.

Vamos a definir cada uno de estos adjetivos que vemos en los versículos 1 al 4:

• Amadores de sí mismos: Un hombre centrado solo en sí mismo y sus intereses personales. Una palabra común es "narcisista"; dícese del que se autoproclama admiración y autoridad.


• Avaros: quienes ocultan una cosa con tal de obtener sus bajos deseos, sobre todo en lo material.


• Vanagloriosos: los que se glorifica así mismos, presumen y son orgullosos de su autovaloración sin aprobación.


• Soberbios: que se creen superiores a los que les rodean.


• Blasfemos: quienes injurian cosas en contra de Dios, pero ojo, también en contra de cosas establecidas por Dios; esto es, por cosas sagradas.


• Desobedientes a los padres: en el contexto espiritual; que no se sujeta a sus autoridades ni a los preceptos de Dios. Otra palabra seria “insurrecto”— quien se levanta en contra la autoridad establecida.


• Ingratos: quienes no agradecen un beneficio adquirido. Quienes se tornan desagradables.


• Impíos: quienes no demuestran devoción a su propio Dios y sus estatutos.


• Sin afecto natural: conducta desnaturalizada. Quien no muestra respeto y estima a las personas con las que naturalmente debería expresarlo.


• Implacable: que no muestra mansedumbre. Dícese del que no muestra suavidad.


• Calumniador: quien difama, calumnia. Dícese del impostor, quien habla mentiras.


• Intemperante: que trata a los demás con intransigencia y poca templanza. Sin amabilidad ni sujeción.


• Cruel: que no siente compasión ante el sufrimiento ajeno, o que se deleita con ello y su resultado.


• Aborrecedores de lo bueno: a quienes lo bueno le produce repugnancia.


• Traidores: quienes cometen el delito legal de ser infiel y desleal hacia un acuerdo, identidad o mandato.


• Impetuosos: quienes actúan de forma irreflexiva y precipitada.


• Infatuados: quienes, careciendo de racionamiento emocional, se dejan llevar por su propia vanidad.


• Amadores de los deleites más que de Dios: quienes aman más lo que le place su propia carne y sentidos más de lo que Dios ha establecido.

Siguiendo con el verso 5

"Quienes tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella; a estos evita".

Aquí se denota que la apariencia de piedad la practican aquellos que se dicen ser devotos de Dios y sus mandatos; más no se sujetan a ellos y aún más no le dan valor a lo establecido por Dios. Y luego Pablo dice explícitamente que se evite este tipo de personas.

Que triste vivir y ver toda esta realidad, pero a la misma vez impresionante como ya se había avisado que esto pasaría.

No nos debe de tomar por sorpresa. Al contrario, ya estamos avisados para no ser engañados y para cuidar de nuestro carácter aún más. Ya había pasado y vuelve a pasar... esta humanidad no aprende.

Génesis 6:11-12 - “Y se corrompió la tierra delante de Dios, y estaba la tierra llena de violencia. Y miró Dios la tierra, y he aquí que estaba corrompida; porque toda carne había corrompido su camino sobre la tierra.”

En este es el tiempo, temporada y época que nos tocó vivir y testificar a Cristo Jesús.

Este tiempo nuestro carácter está siendo probado. No es solo saber lo que tenemos que hacer para salvarnos y llenarnos del Espíritu Santo, es también conocer que NO hacer y ser.

Te invito a trabajar tu carácter y déjate moldear por Dios, hazte cargo de tus emociones. Esfuérzate y sé valiente, haz la diferencia que Dios peleara por ti. Hoy más que nunca prestemos atención a la Palabra de Dios y vamos a ser obedientes.

2 Timoteo 3:16-17 - “Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.”