Viendo y Viviendo en la Visión

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vista de una ciudad con unos binoculares

Podemos resumir que la visión es aquello que ya Dios, vio, diseño, planifico, y estableció desde la fundación del mundo para su cumplimiento futuro; esto en términos personales, generales y universales.

¿A que nos referimos con Viendo, y Viviendo en la Visión de Dios?


Esto se basa en un propósito perfecto, que requiere ser alcanzado por medio de los procesos y los tiempos correctos.

Estas tres expresiones son importantes: Propósito Perfecto, Proceso Correcto, y Tiempo Perfecto; porque el propósito perfecto no puede ser alcanzado sin los procesos correctos, y en el tiempo perfecto.

La verdadera vision está basada en estos tres conceptos, y será muy difícil tratar de alcanzarla por otros medios.

Entre el Nacimiento de la Visión, los Procesos y el Cumplimiento de la Visión, existe un tiempo determinado que también ha sido establecido por Dios. Cuando desatendemos las instrucciones específicas, en cualquiera de estas 3 etapas, comienzan los problemas con la visión.

¿Cuál es la diferencia entre mis visiones y las visiones de Dios?

Hay visiones que han sido dadas para ser alcanzadas a nivel personal. Hay visiones que han sido establecidas para ser alcanzadas a través del matrimonio, la familia y nuestras generaciones; y hay visiones que han de ser alcanzadas por medio del llamado, el ministerio y la iglesia en territorios específicos.

O sea, la visión tiene tres etapas que se pueden manifestar de 3 formas.

Esto también es progresivo, porque ninguno que no entiende y atiende la visión en sus etapas iniciales, podrá operar en ella efectivamente en sus etapas avanzadas. Ninguno que no entiende y atiende la visión en su nivel más personal e íntimo, jamás podrá cumplirla en su nivel más amplio y público.

  • Cuando un Escultor tiene una visión de la estatua que quiere construir, el ve esta visión escondida aún dentro de la piedra sin forma, mucho antes de que siquiera él haya comenzado a trabajar en ella.

  • Cuando un Pintor tiene una visión de una imagen, el puede ver esta visión escondida en un canvas en blanco, mucho antes de que el siquiera haya comenzado a pintar sobre él.

broshas pequeñas y otros instrumentos para pintar en un vaso
La visión tiene que ser vista primero por nuestro espíritu y por nuestra alma, antes que por nuestros ojos. Tener visión es tan poderoso, que, aunque no tengas vista, puedes tener visión.

Marcos 10:46 y 47 lee: “Entonces vinieron a Jericó; y al salir de Jericó él y sus discípulos y una gran multitud, Bartimeo el ciego, hijo de Timeo, estaba sentado junto al camino mendigando. Y oyendo que era Jesús nazareno, comenzó a dar voces y a decir: ¡Jesús, Hijo de David, ten misericordia de mí!”.

Bartimeo era ciego, pero podía ver en Jesús el diseño del Padre, podía ver en Jesús el diseño Mesiánico, podía ver en Jesús el diseño Profético. Los discípulos lo mandaron a callar porque aparentemente, los mismos discípulos, aún no habían alcanzado la visión completa de este diseño en Jesús.

Dios Padre tuvo una visión de nosotros desde la fundación del mundo, Él nos visualizó en Cristo. No se trata de como nos visualizamos nosotros a nosotros mismos; este es el problema de la visualización dentro de la iglesia. Necesitamos alcanzar a ver como Dios ve, y no como nosotros mismos nos queremos ver.

2 Corintios 5:15-17 - “Y por todos murió, para que los que viven, ya no vivan para si, sino para aquel que murió y resucito por ellos. De manera que nosotros de aquí en adelante a nadie conocemos según la carne y aun si a Cristo conocemos según la carne, ya no lo conocemos así. De modo que si alguno esta en Cristo, nueva criatura es, las cosas viejas pasaron he aquí todas son hechas nuevas.”

Cuando vemos como Dios nos ve, nos miramos distinto tanto a nosotros como a los demás. Comenzamos a ver el propósito y el potencial de cada uno, más allá de sus limitaciones y condición actual.

Romanos 8:28-30 - “Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados. Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos. Y a los que predestinó, a estos también llamó; y a los que llamó, a estos también justificó; y a los que justificó, a estos también glorificó”.

La predestinación en Cristo no es una elección arbitraria, sino un llamado que los escogidos no pueden rechazar; pero los llamados, sí.



Sobre el Autor
El Apóstol Vargas es fundador de varios ministerios, donde la educación cristiana es uno de ellos. El es Coach Cristiano, Capellán, y un Maestro de la palabra de Dios. Su libro publicado más reciente es Mentoría Generacional.