El Levantamiento de Jesús como la Serpiente de Bronce

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imágen de la serpiente de bronze, moises y el pueblo

Lea Números 21:4-9 ántes de continuar.


Muchos se preguntan porque Jehová le dijo a Moisés que para que el pueblo fuese sanado de la mordedura de la serpiente, tenían que mirar directamente a la Serpiente de Bronce que Moisés había erigido y puesto en una asta.

Esto solo aplicaba a aquellos que habían sido mordidos, ¿pero por qué?

La Biblia no da la razón específica, solo sabemos que Dios permitió una plaga de serpientes ardientes debido a la murmuración del pueblo. Todos sabemos que la murmuración es como una serpiente que muerte no solo a quien la practica sino también a quien la permite cerca. Mirar a la serpiente en mi opinión, era hacerle frente a aquello que le había causado el daño, encarar el problema. No se trataba de tener fe en la serpiente, se trataba de confrontar el problema que llevo a la consecuencia.

En 2 Reyes 18:1-6 el Rey Ezequías mando a destruir la serpiente

Dios permite muchas cosas en nuestra vida para que le prestemos atención a los problemas que enfrentamos, pero ninguna de esas cosas nos puede hacer desviar la mirada de Dios. Cuando algo se interpone entre Dios y nosotros, tenemos que quitarlas del camino, tenemos que quitarlas del medio porque, aunque haya sido Dios mismo quien las puso en un momento dado, cuando cumplen con su propósito, no se pueden convertir en anatemas.

¿Qué cosas llegan como bendiciones y se pueden convertir en anatemas?

Un trabajo, se puede convertir en anatema cuando Dios nos lo provee para provisión y termina quitándole el tiempo de él, un carro se puede convertir en anatema, una casa se puede convertir en anatema, un hijo se puede convertir en anatema, una pareja se puede convertir en anatema, cualquier cosa que se interponga ante Dios y nosotros y nos quite el tiempo para acercarnos a Dios, se puede convertir en un anatema.

Según la Real Academia Española, un anatema es algo que te saca de la comunión, que afecta la relación con Dios. Un anatema es algo que, aunque no necesariamente es malo, acarrea maldición.

La Serpiente de Bronce, aunque fue creada para intervenir en una situación específica, el pueblo la convirtió en otra cosa, le dio otro uso, daño su propósito y más que dañar el propósito, una vez las cosas cumplen su propósito, tenemos que saber como continuar con ellas o sin ellas. En su conversación con Nicodemo, Jesús toca de nuevo el tema de la serpiente.

una cruz en medio de montañas

Jesús levantado como la serpiente en el desierto

Juan 3:12-15: “Si os he dicho cosas terrenales, y no creéis, ¿cómo creeréis si os dijere las celestiales? Nadie subió al cielo, sino el que descendió del cielo; el Hijo del Hombre, que está en el cielo. Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, más tenga vida eterna”.

Jesús mismo comparo su levantamiento con el momento en que Moisés levanto la Serpiente de Bronce, para que todo aquel que en el cree, no se pierda más tenga vida eterna.

La Serpiente de Bronce fue algo terrenal, fue un símbolo, pero ahora, tenemos entre nosotros algo no terrenal sino celestial, al mismo Hijo de Dios, o sea, si Jehová para resolver un problema terrenal, la muerte terrenal, tuvo que proveer de una solución terrenal, ahora, para resolver un problema espiritual, la muerte espiritual, proveía de una solución espiritual.

Ese fue el levantamiento de Jesús, para que todos los que en el ponen sus ojos, pongan su fe, no se pierdan, sino que tengan vida eterna.

Saben algo mis hermanos, hoy no tenemos vivir huyendo de las serpientes, hoy no tenemos que mirar nada terrenal para evitar ser mordidos porque hoy cargamos con el antídoto dentro, aquellos que han mirado a Jesús, cargan con el antídoto en contra de toda serpiente que pueda acercarse a nosotros.

El Levantamiento de Cristo en la cruz no fue una imagen natural, el levantamiento de Cristo en el Gólgota lo puso en el centro mismo del universo, en el centro mismo de la historia, un levantamiento que debe poner a Cristo en el mismo centro de nuestra propia vida, un levantamiento que vino después de un padecimiento, después de un quebrantamiento, un levantamiento que provoco un lavamiento amados.

Si ese no es el lugar de Cristo ocupa en tu vida amado, te tengo que decir algo, aun Cristo no ha resucitado en tu vida, aún permanece muerto, enterrado, escondido, aun lo estas mirando como los israelitas miraban a la serpiente, de lejos, con temor y solo, por necesidad.

Dios ha dado soluciones provisionales a los problemas naturales de su nación Israel y ahora a su pueblo, la Iglesia, Dios no ha dado una solución provisional sino una definitiva, ninguna solución provisional podrá tomar el lugar de la provisión permanente amados. El sacrificio de Cristo y su Resurrección es el evento decisivo en nuestra vida. (Romanos 8:10-14)

Amados, la garantía de nuestra salvación no se encuentra solo en haber creído en que Cristo murió por nosotros sino también en que resucito, en que el poder de su resurrección actuara también en nosotros.



Sobre el Autor
El Apóstol Vargas es fundador de varios ministerios, donde la educación cristiana es uno de ellos. El es Coach Cristiano, Capellán, y un Maestro de la palabra de Dios. Su libro publicado más reciente es Mentoría Generacional.