¿Dónde estaban los hijos de Job? El rol sacerdotal

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un sacerdote vestido de blanco alrededor de plantas verdes oscuras

Castigo de Desalentar


Leyendo el Libro de Job, me doy cuenta de algunos puntos importantes, en cuanto a las funciones patriarcales de la época. El termino “patriarca” era uno de mucha honra en aquel tiempo, mas en nuestros tiempos, es uno que no es visto de buena manera.

Job 1:1-5 - “Hubo en tierra de Uz un varón llamado Job; y era este hombre perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal. 2 Y le nacieron siete hijos y tres hijas. 3 Su hacienda era siete mil ovejas, tres mil camellos, quinientas yuntas de bueyes, quinientas asn as, y muchísimos criados; y era aquel varón más grande que todos los orientales. 4 E iban sus hijos y hacían banquetes en sus casas, cada uno en su día; y enviaban a llamar a sus tres hermanas para que comiesen y bebiesen con ellos. 5 Y acontecía que habie ndo pasado en turno los días del convite, Job enviaba y los santificaba, y se levantaba de mañana y ofrecía holocaustos conforme al número de todos ellos. Porque decía Job: Quizá habrán pecado mis hijos, y habrán blasfemado contra Dios en sus corazones. De esta manera hacía todos los días”.

Mencionar el patriarcado en este tiempo, representa, Opresión, Abuso, Dominio. Algunos de los mayores problemas con la identidad del hombre en este tiempo son:

  • El hombre que es masculino representa la tiranía
  • El hombre que es proveedor representa la dependencia
  • El hombre que es protector representa el control

O sea, las funciones del hombre en este tiempo se alejaron totalmente de su diseño original y se quieren redefinir, como también, todas las demás cosas.

Si se redefine el rol del hombre y de la mujer, se redefine la familia. Si se redefine el diseño de la familia, se redefine el diseño de la iglesia, si se redefine la iglesia, se redefine el orden de la sociedad. Si se redefine el orden de la sociedad, se redefine el gobierno, y se redefine el gobierno, se redefine el sistema global.

Si el sistema global se tiene que redefinir, para que, entre así un Nuevo Orden , un Nuevo Diseño una Nueva Estructura , lo cual es el plan del anticristo.

Es por eso el ataque tan grande en contra del hombre, de la mujer y de la familia, porque Satanás conoce bien el resultado y es parte de su plan

Job vivía en una sociedad clásica y tradicional , una sociedad culturalmente bien definida y establecida, no por influencias y opiniones, sino por practicas de uso y costumbre. Nadie cuestionaba lo que era evidente, lo que era normal. Muy distinto al mundo de hoy.

Job era un hombre rico, un hombre con recursos, tenia una hacienda, no una casa, una hacienda. Tenia siete mil ovejas, tres mil camellos, quinientas yuntas de bueyes (si tenía, yuntas de bueyes, tenia agricultura, cosecha, alimento, provisión), tenia quin ientas asnas, tenía muchísimos criados que se encargaban de todo el trabajo de la hacienda, de la cosecha y de los animales , y dice que este varón Job era el mas grande de todos los que vivían en el oriente.

Nada de malo con todo esto, porque Job era un hombre temeroso de Dios, que amaba a Dios y a su familia. ¿Como sabemos esto? Porque diariamente presentaba ofrendas delante de Dios y ruegos a favor de su familia e hijos . ¿Mientras su s hijos hacían qué? Verso 4 - “Iban sus hijos y hacían banquetes en sus casas, cada uno en su día; y enviaban a llamar a sus tres hermanas para que comiesen y bebiesen con ellos”.

O sea, que mientras su padre oraba por ellos, ellos hacían fiesta y celebraban, y Job pensando, si sus hijos le podían haber fallado a Dios durante estas celebraciones, dice el verso 5 en adelante:

“Que cuando pasaban los días del convite, o sea, de la fiesta, Job enviaba por ellos y los santificaba, se levantaba de mañana y ofrecía sacrificios e interced í a por ellos ante Dios , por si acaso estos le había n fallado a Dios”

En ningún momento dice que Job era parte de estas celebraciones, de estas fiestas, o sea, que Job no sabia realmente lo que sucedía allí y por si acaso, cuando estas fiestas terminaban, Job procuraba volver a santificar a sus hijos, por si acaso habían pec ado contra Dios.

Uno de los r ol es principales de un Padre, es ¡preocuparse por la condición espiritual de sus hijos.

Los versos 13 al 19 nos cuentan como el siervo de Jehová lo perdió todo, esa historia es altamente conocida, pero un dato importante aquí es lo que dice el verso 22: “En todo esto no pecó Job, ni atribuyó a Dios despropósito alguno"

un niño mirando a unas escaleras de piedras grandes

Tu Propósito En Dios

Cuando tu conoces tu propósito , entiendes que todo lo que te sucede, bueno y malo, es parte de ese propósito . Por lo tanto, y o creo que una de las cosas más importantes en las que debe estar trabajando todo hombre en este tiempo es en descubrir su propósito

La Generación de Josué desconocen la esclavitud de la religión, pero conocen la libertad de la relación, no todo es malo en las nuevas generaciones, depende de a que sean expuestos y como sean entrenados. Nosotros somos una generación de la transición, la generación que ha hecho el cambio y los ajustes necesarios para que las nuevas generaciones tengan una nueva perspectiva, bajo una nueva plataforma y podamos heredar junto con ellos.

En este lugar, pertenecemos a la Generación de Josué, a la Generación de Conquista, a la Generación con Visión, a la Generación de los Perfectos. La generación que ve como Dios quiere que veamos, que se mueve por fe y que conquista la promesa.

En Números 32:11-12 la situación se pone interesante, porque los únicos que tuvieron acceso a la Tierra Prometida, de esa generación fueron Josué y Caleb, los espías que tuvieron visión y animaron al pueblo a conquistar lo que Jehová les había prometido. La diferencia entre Josué y Caleb y los demás fue que vieron la Visión desde la Perfección.

Nunca podrás conquistar, lo que no puedes ver.

Pero hay otra advertencia para esta generación Números 32:14-15. Dios le da la oportunidad a cada generación, pero también le advierte a cada generación que, si se alejan de él y lo dejan, el destruirá a todo el pueblo. La destrucción de Jehová se puede manifestar no en un acto de ira, sino en un acto de alejamiento. Si Jehová se aleja de nosotros, entonces nuestros enemigos señorearan sobre nosotros, tendremos necesidad y plagas y enfermedades. Siempre estar cerca de Dios y Dios cerca de nosotros, será nuestra mayor bendición.

Estar solos y lejos de Jehová es un acto de destrucción lenta, es como si nos quitaran la comida y el agua y nos dejaran a la intemperie. Esa no es la voluntad de Jehová, sino que él sea nuestro Dios, él sea nuestro Estandarte, Jehová Nissi, él sea nuestra Paz, Jehová Shalom, él sea nuestro sanador, Jehová Rafa, él sea nuestra provisión, Jehová Jireh, él sea el Dios soberano y único, el Shaddai. Conocer a Jehová es experimentar cada una de sus virtudes y su compañía diariamente. El pueblo que salió de la esclavitud tuvo a Jehová por esos 40 años, pero nunca lo aprecio ni lo agradeció.

No se trata de por cuanto tiempo hemos conocido a Dios sino, cuanto tiempo hemos caminado con él.

Esa es la única forma de entrar correctamente en la Tierra Prometida, esas fueron las manifestaciones que todo el pueblo vio y experimento por 40 años en el desierto, pero, aun así, no alcanzaron la convicción, ni la relación, ni la revelación, ni la perfección para entrar en la visión.

En este punto les tengo que preguntar, ¿a qué generación pertenecemos? ¿a qué generación usted pertenece? ¿A la de Moisés, la de Transición sin visión? ¿a la de Aaron y María, la del Retraso? O ¿a la de Gad y Rubén, la de la Conquista sin herencia? ¿O la de Josué, la del Legado y el Descanso?

Los hijos de Gad y Rubén, aunque pertenecían al pueblo, preferían mejor vivir de la abundancia que ellos mismos habían construido, que la abundancia que Jehová les proveía. Ellos preferían vivir independientemente con sus familias, cerca de sus hermanos, pero no con ellos. Ellos disfrutaban de estar cerca de la promesa, no dentro de ella.

Muchos hoy prefieren lo mismo, vivir los suficientemente cerca de la promesa, pero sin las responsabilidades de vivir en ella, disfrutando parcialmente, de la bendición de Dios. Son personas que están dispuestas hasta a luchar junto a nosotros, pero no quieren vivir cerca de nosotros, ¿saben por qué? Porque vivir en la promesa requiere perfección.

Esto también trae una situación, cuidado con las excepciones, porque cuando se les permite algo a algunos, otros se añadirán y querrán vivir de la misma manera, Números 32:33 lee: “Así Moisés dio a los hijos de Gad, a los hijos de Rubén, y a la media tribu de Manasés hijo de José, el reino de Sehón rey amorreo y el reino de Og rey de Basán, la tierra con sus ciudades y sus territorios, las ciudades del país alrededor”.

En ningún momento, anteriormente, se había mencionado a la Media Tribu de Manases, hasta este momento cuando se unió a Gad y Rubén para regresar al otro lado del Jordán. Esto nos ensena que: “Vivir en la Tierra Prometida, nos requerirá a todos el mismo nivel de compromiso y visión, para alcanzar la bendición, en perfección”.



Sobre el Autor
El Apóstol Vargas es fundador de varios ministerios, donde la educación cristiana es uno de ellos. El es Coach Cristiano, Capellán, y un Maestro de la palabra de Dios. Su libro publicado más reciente es Mentoría Generacional.