Legislando Por mi Herencia

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una papyrus sellado con cera y un sello de una corona

Petición de las Hijas de Zelofehad - Números 27:1-8


Vinieron las hijas de Zelofehad hijo de Hefer, hijo de Galaad, hijo de Maquir, hijo de Manasés, de las familias de Manasés hijo de José, los nombres de las cuales eran Maala, Noa, Hogla, Milca y Tirsa; y se presentaron delante de Moisés y delante del sacerdote Eleazar, y delante de los príncipes y de toda la congregación, a la puerta del tabernáculo de reunión, y dijeron: Nuestro padre murió en el desierto; y él no estuvo en la compañía de los que se juntaron contra Jehová en el grupo de Coré, sino que en su propio pecado murió, y no tuvo hijos. ¿Por qué será quitado el nombre de nuestro padre de entre su familia, por no haber tenido hijo? Danos heredad entre los hermanos de nuestro padre. Y Moisés llevó su causa delante de Jehová. Y Jehová respondió a Moisés, diciendo: Bien dicen las hijas de Zelofehad; les darás la posesión de una heredad entre los hermanos de su padre, y traspasarás la heredad de su padre a ellas. Y a los hijos de Israel hablarás, diciendo: Cuando alguno muriere sin hijos, traspasaréis su herencia a su hija.

Las hijas de Zelofehad, las primeras legisladoras en la vida. Las que lograron que Dios hicieran una enmienda a las leyes en el tiempo de repartición de herencia, cuando la nueva generación se estaba levantando antes de conquistar a Jericó.

Un poco de historia aquí… Manases, hijo de José, nieto de Jacob. Jacob el de la promesa. El que lucho con el ángel por su bendición. Al parecer estas mujeres no se iban a quedar quietas, también se levantaron a pelear su bendición.

Miremos el significado de sus nombres, pues para este tiempo los padres marcaban el destino de sus hijos con sus nombres. Hay nombres que no llevan ningún significado, solo es un nombre, pero muchos otros si tienen significado.

  • Maala = enfermedad, débil, afectada
  • Noa = movimiento, flaquear
  • Hogla = ave gallinácea, como una codorniz
  • Milca = reina
  • Tirsa = estar contenta, satisfecha, delicias

A quien de estas mujeres se les ocurrió abogar su situación, yo no se. Como llegaron a la conclusión y tener el valor de presentarse ante Moisés, el sacerdote y los demás príncipes, así como la congregación… no se. Pero lo que si vemos es que no se quedaron calladas y presentaron su causa en el momento perfecto y ante las personas correctas.

Jamás puedo pensar que Dios menosprecia a uno por ser mujer o le da menos valor. Al contrario, siempre nos lleva en estima y con mucho valor. Hoy día hace falta mas mujeres con identidad y carácter para reclamar lo que si le corresponde. Mujeres que conocen cual es su heredad y lleguen ante el trono de la gracia para pedirle al Padre.

Ellas conocían bien la ley, ellas conocían bien su identidad y de la tribu que venían, ellas miraban al futuro y no quedaron calladas. Ellas hablaron a favor de sus hijos e hijas… lo cual las llevo a provocar a Dios para hacer una enmienda a la ley. Lo cual las hizo ser legisladoras de sus tiempos.

una pizarra escrita con un lapez acostada sobre ella y un signo de pregunta escrito

Qué es una enmienda y una legisladora?

Una enmienda es una corrección que se le hace a algo, este algo debe ser por definición cumplir con una tarea, sin embargo, si esta función para la que fue diseñado no se ejecuta de manera favorable, este debe ser sometido a una reforma de sus componentes para poder cumplirla a cabalidad. Es una propuesta de cambio en el contenido de algún artículo, proyecto de ley u otro documento oficial.

Solamente el poder legislativo puede cambiar una ley. Esta rama puede promulgar y modificar las leyes, reformar la Constitución. Un legislador es quien desarrolla, introducir o promulgar leyes y estatutos a nivel local, tribal, estatal o federal. El legislador crea derecho a partir de la Constitución y con el límite. Crea derecho, no interpreta una voluntad ajena, sino que expresa una voluntad propia.

Esto fue lo que hicieron estas 5 mujeres al salir y reclamar su herencia. Expresaron su voluntad propia, conociendo bien la ley y escuchando la repartición de tierras. Tenían la opción de dejar todo así y pues ni modos, somos mujeres que no nos toco nada. Al contrario, ellas comprendieron que no era culpa de ellas el haber nacido mujer. Mujeres peleando sus derechos sin tener que insultar, que chismosear, ofrecer sus cuerpos y ningún berrinche como los que vemos hoy día. Y que conste, ¡NO estaban casadas! Literalmente abogaron por ellas mismas.

No me cansare de decir que en la función que Dios nos llamó, en la identidad que nos ha dado es ahí que podemos clamar y reclamar. En el momento justo e ir al que tiene toda la autoridad de alterar y enmendar alguna situación en nuestra vida.

Procura a la hora de reclamar, la hora de tu petición, ser como estas mujeres… que solo se ampararon en quienes eran, que recordaron que su papa fue obediente y no fueron parte de la rebelión de Core. ¿Sera que Dios vera una mujer justa de frutos justos y de obediencia a la hora de reclamar por nuestra herencia? Pero te tengo mejores noticias. Ya Jesús pago el precio de nuestra herencia, ya no tenemos que dar reclamos, ya somos hijas, herederas y coherederas.

Lo que vas a reclamar fue porque tu misma lo soltaste, tu misma renunciaste. Pero si lo quieres recuperar, puedes, ante el trono de la gracia. Llega a la puerta del tabernáculo como hicieron ellas y presenta tu causa. A ver si Dios dice: ¡Bien dices!

Jesús es quien intercede por nosotras día y noche al Padre. Una vez más, es tiempo de caminar, hablar, creer, crecer como quien somos ¡hijas y herederas! Deja que el Espíritu Santo que mora en ti clame: ¡Abba Padre! Ante toda injusticia, abogado tenemos, Cristo Jesús. No se si te sientas, como débil, enferma o estas flaqueando, tal vez como gallina; pero dice la palabra que seremos como águilas.

Isaías 40:31… pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán.

Joel 3:10 … diga el débil: Fuerte soy.

Salmos 112:7 No tendrá temor de malas noticias; Su corazón está firme, confiado en Jehová.

Ya no debemos mas caminar y hablar como victimas de las circunstancias y vamos a hacernos cargo. Vamos a ser parte de la solución, vamos a ser posibilidad, vamos a hacer que las cosas sucedan. Ser esa mujer quien Dios ha diseñado en ser. Libre de culpa, sana, en plenitud, victoriosa, capaz, a su imagen y semejanza. No mas victima y si protagonista. Nuestra futura generación nos necesita. Necesitan más buenos modelos a seguir, necesitan mentor y más aun necesitamos discipular. Seamos agentes de transformación, aun hay tiempo.



Sobre la Autora
La Apóstol Limarie lleva 18 años sirviendo en distintos ministerios, entre ellos el pastorado, la educación Cristiana y el diseño de la mujer. Es esposa y madre de tres varones. Activamente está pastoreando, junto con su esposo el Apóstol Juan C. Vargas, la iglesia Casa de Adoración. Su libro más reciente es Yo Soy Quien Dios Dice Que Soy.

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