Entendiendo La Paternidad Espiritual ¿Es Bíblico?

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dos hombres ancianos caminando juntos

Debido a la confusión que existe, mientras unos proclaman sus opiniones a favor y en contra de la Paternidad Espiritual, me veo en la necesidad de mirar nuevamente este asunto y analizar nuestra perspectiva al respecto a la luz de las Escrituras.

¿Es la Paternidad Espiritual Bíblica?


Comienzo recordándolo que dice 2 Timoteo 2:4: “Recuérdales esto, exhortándoles delante del Señor a que no contiendan sobre palabras, lo cual para nada aprovecha, sino que es para perdición de los oyentes”. También con la advertencia de que debemos ser prudentes acerca de que opinamos, y como lo hacemos, cuando tenemos a nuestro alrededor una gran nube de testigos, Hebreos 12:1.

Las redes sociales se han prestado para que algunos busquen ganar audiencia y plataforma mientras se atacan unos a otros, y eso no cabe en el ministerio. Porque no tengamos aun un entendimiento completo sobre algún tema específico, no debemos llamar antibíblico a algo que, aunque la Biblia claramente establece, aun no lo entendemos completamente.

Desde nuestra perspectiva, y desde la perspectiva bíblica, la Paternidad Espiritual si existe.

¿Cuáles son los ejemplos bíblicos?

Comencemos con algunos ejemplos por parte del Apóstol Pablo.

  • A Filemón escribe, en Filemón 1:10 lee: “te ruego por mi hijo Onésimo, a quien engendré en mis prisiones”.

  • A Tito escribe, en Tito 1:4: “a Tito, verdadero hijo en la común fe: Gracia, misericordia y paz, de Dios Padre y del Señor Jesucristo nuestro Salvador”.

  • A Timoteo escribe, en 2 Timoteo 2:1: “Tú, pues, hijo mío, esfuérzate en la gracia que es en Cristo Jesús”.

  • A los Tesalonicenses dice en 1 Tesalonicenses 2:11: “así como también sabéis de qué modo, como el padre a sus hijos, exhortábamos y consolábamos a cada uno de vosotros”.

  • A los Corintios en 1 Corintios 4:17: “Por esto mismo os he enviado a Timoteo, que es mi hijo amado y fiel en el Señor, el cual os recordará mi proceder en Cristo, de la manera que enseño en todas partes y en todas las iglesias”.

Aunque los pasados textos deberían ser suficientes para establecer el correcto funcionamiento apostólico y los principios de la Paternidad Espiritual en la Dispensación de la Gracia, la paternidad espiritual no fue solo practicada por el Apóstol Pablo, sino que también los Apóstoles Juan y Pedro vivieron en esa realidad bíblica y espiritual.

3 Juan 1:4 lee: “No tengo yo mayor gozo que este, el oír que mis hijos andan en la verdad”.

1 Pedro 5:13 lee: “La iglesia que está en Babilonia, elegida juntamente con vosotros, y Marcos mi hijo, os saludan”.

Claro, si no se cree en lo apostólico, tampoco se creerá en aquello que viene con esta función ministerial, aunque este establecida en la Palabra de Dios. Muchos lamentablemente se aferran más a su tradición eclesiástica que a tratar de entender lo que la Biblia dice, y como la Biblia lo dice.

una biblia abierta con unos espejuelos sobre ella

Consciente o inconscientemente se contradicen, porque el mismo texto que muchos citan para rechazar la paternidad espiritual, donde dice que no se debe llamar padre en la tierra, es también el texto que dice, que no se deberá llamar a nadie maestro, Mateo 23:8-10.

Estos practican una cosa, pero no practican la otra, critican una cosa, pero no critican la otra, hipócritas, aquí Jesús está acusando a los escribas y fariseos que decían una cosa, pero hacían otra, exactamente el caso de muchos en este tiempo.

¿Por qué la paternidad espiritual no es adoptada?

La Paternidad Espiritual es bíblica, pero la incapacidad de muchos de renovar el espíritu de su entendimiento por la Palabra, es real, y esto los lleva a operar sinceramente equivocados, errando y arrastrando a otros en su error, con la posibilidad que ambos caigan en el hoyo.

De nuevo, criticarlo o censurarlo solo porque no se entiende, porque el concilio lo rechaza o porque la tradición religiosa lo censura, no significa nada, si la Biblia lo establece.

Si en realidad queremos ser útiles en el reino, antes de hablar y opinar acerca de doctrina, evaluemos por la Palabra donde realmente estamos parados y si nuestras opiniones son bíblicas y le hacen bien o mal al Cuerpo de Cristo.

No repitamos ni compartamos de inmediato lo que un predicador o maestro dice sin corroborarlo, un poco de levadura leuda toda la masa y ser celoso de la doctrina no es sinónimo de ser críticos de lo que no entendemos.

Es posible que con el tiempo y con la humildad necesaria, aprendamos y entendamos cosas que hoy lo entendemos. Es importante ser celosos de la doctrina, pero antes de tratar de cuidarla, tratemos de entenderla correctamente.

Hoy hay un mundo que se pierde, que ha sido herido aun dentro de la misma iglesia, por una religión sin amor que no ha sabido mostrar a Dios como padre. Una iglesia que aun no entiende lo que es ser Familia Espiritual, que es el Amor Fraternal y que es la Paternidad Espiritual.



Sobre el Autor
El Apóstol Vargas es fundador de varios ministerios, donde la educación cristiana es uno de ellos. El es Coach Cristiano, Capellán, y un Maestro de la palabra de Dios. Su libro publicado más reciente es Mentoría Generacional.