Plan Maestro para tu Familia

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una familia de 6 personas caminando en un parque, blanco y negro

El Propósito de Dios


Basado en 1 Corintios 16:15-16

Que mucho podemos aprender de esta familia y su estructura. Y lo mejor aun es que no es una familia judía o una de las familias famosas de las escrituras. No es la familia de Josué, o la familia de Débora y mucho menos la de Moisés.

Estéfanas y su familia son el blanco de estos versículos en la carta de Pablo. En pocas palabras, él revela puntos importantes sobre esas personas, que nos traen grandes lecciones.

Primeramente, Estéfanas y su casa fueron las “primicias” de Acaya, es decir, fueron los primeros que se convirtieron al Evangelio en esa región de Grecia. Fueron unos de los pocos que Pablo bautizó personalmente. Estéfanas y su familia eran las primicias, o sea, los diezmos de Dios en aquella región.

Eso es interesante pues Dios dice en la Biblia que Su pueblo es Sus primicias. Aquí que más que dar apenas el 10% de nuestro dinero, tenemos que ser el diezmo. Ser el diezmo significa honrar a Dios con nuestras vidas, obedecerlo, colocarlo en primer lugar en todo lo que hacemos.

Muchos oyeron el Evangelio en Acaya juntamente con Estéfanas. Pero él y su casa fueron los primeros en tener la convicción y se convirtieron, no mostraron resistencia al Espíritu Santo. Eso muestra una prontitud, una disponibilidad y una entrega sin reservas y sin rodeos… lanzarse de cabeza. Muchos tardan en convertirse, muchos necesitan procesos o aumentar su fe. Pero los del tipo de Estéfanas son los que se entregan sin tardanza.

¿Por qué posponer nuestra entrega a Dios? Sólo quien de verdad quiera correr el riesgo de no ser salvo, pues nunca sabemos cuándo partiremos de esta vida.

Vemos que hombres temerosos de Dios, levantan hogares temerosos de Dios, familias temerosas de Dios y comunidades temerosas de Dios.

Esto lo vemos también en la historia de Job, de los Padres de Juan el Bautista y de los Padres de Sansón.

Todos ellos recibieron sus milagros, no porque hicieron algo extraordinario, sino porque vivieron de una forma específica toda su vida, sin esperar nada a cambio. La Madre Teresa de Calcuta dijo algo poderoso: “Quieres cambiar al mundo, ve a tu casa y ama a tu familia”.

Algo que también él dijo en otro mensaje fue: “Muchos se consagran y se santifican para recibir algo o para que Dios los use, pero cuando Dios los usa o los bendice, vuelven a sus viejos caminos, porque lo que hicieron no fue como resultado de su convicción, sino como resultado de su necesidad”.

Nosotros no le servimos a Dios porque necesitamos algo de él, o para nosotros obtener algo de él. Nosotros le servimos a Dios porque hemos sido alcanzados por su amor y misericordia, y ahora le debemos nuestra nueva vida y nuestra salvación.

El Plan Maestro de Dios para nuestra vida es que nosotros seamos completos y sanos en la fe, espíritu, alma y cuerpo, para así, poder ser personas que construyen correctamente vidas, familias y comunidades, en ese orden.

El Plan Maestro de Dios para tu vida, incluye a tu familia, pero primero te incluye a ti hombre y mujer de Dios. La asistencia de la ayuda idónea es sumamente importante, pero el proceso primero debe comenzar en uno de los dos, en aquel que esté dispuesto a comenzar y luchar por entrar en este diseño y plan maestro, preferiblemente, el hombre, como líder y cabeza del hogar.

La mayoría de los errores en la vida se cometen por ignorar estos principios, por unirnos a las personas equivocadas, en los momentos equivocados y por tomar las decisiones incorrectas, por operar en la emoción y no en la convicción de propósito. Nunca es tarde, si oyeras hoy su voz, no endurezcas tu corazón, responde al llamado de Dios para que trabaje primero en ti y en tu familia.

Se necesitan dos para alcanzar el propósito en un hogar, y construir un hogar feliz. Conlleva trabajo en equipo, entendimiento, comunicación, verdadero amor y mucha paciencia, para construir un hogar saludable y feliz. Pero se puede.

una iglesia de madera blanca con dos hombres afuera

La Perfecta Casa Espiritual

La Iglesia, Una Casa Espiritual Saludable y Estable, la constituyen familias estables y saludables, vivir en una Casa Espiritual Estable y Saludable, sirve de apoyo para que las familias, construyan hogares estables y saludables.

Lucas 6:47-49 - Todo aquel que viene a mí, y oye mis palabras y las hace, os indicaré a quién es semejante. Semejante es al hombre que al edificar una casa, cavó y ahondó y puso el fundamento sobre la roca; y cuando vino una inundación, el río dio con ímpetu contra aquella casa, pero no la pudo mover, porque estaba fundada sobre la roca. Mas el que oyó y no hizo, semejante es al hombre que edificó su casa sobre tierra, sin fundamento; contra la cual el río dio con ímpetu, y luego cayó, y fue grande la ruina de aquella casa.

Por cuanto mas tiempo vamos a seguir construyendo en arenas movedizas, en terrenos inestables. Cuando nuestros cimientos están fundados en la roca que es Cristo Jesús, se levantará lo que sea y no se vendrá abajo. Cimentados en Su perfecto amor, cimentados en Sus promesas, en Su Palabra es como avanzaremos.

Necesitamos hombres de valor y mujeres virtuosas que resistan al diablo y su gobierno. Necesitamos familias unidas al servicio de Dios. Pero esto comienza por ti, de forma personal. Por esto ya hablamos de la morada del cuerpo, por esto estamos en el Ayuno para el Alma. Comienza por ti y luego el resto.

1 Timoteo 5:1-8 no solo se trata solo de familias con hijos, esto es para toda la familia. Espero es para quienes no tiene hijos, pero ellos mismos son hijos y tíos. Para quienes ya son adultos y para quienes son jóvenes. Todos tenemos una parte en la que debemos como comunidad llevar a cabo. Vamos a hacer nuestra parte para tener una familia sana y saludable en todas las áreas. Seamos modelos para seguir, seamos buenos ejemplos a todas las familias.

No haga un “cliché” el decir “yo y mi casa serviremos a Jehová.”

Porqué en Josué 24:15 dice "Y si mal os parece servir a Jehová, escogeos hoy a quién sirváis." En otras palabras habia otra opción. Tenian que elegir. Esto es llevarlo a cabo, ponerlo por práctica.

Quizás usted sea el primero que se convierta en su familia; el primero que decida bautizarse en las aguas; el primero que reciba el Espíritu Santo entre sus amigos; el primero que deje todo para hacer la Obra de Dios en la iglesia; o el primero que se entregue a Dios después de escuchar este mensaje. Sólo depende de usted.

Lo cierto es que hay un valor muy especial para Dios cuando alguien es el primero en decirle “sí” a Él, en servirlo, en hacer algo por Él. No sea lento en sus decisiones de servir a Dios. Sea siempre el primero en ofrecerse.

Lea:

Salmos 68:6

Salmos 96:7

Salmos 113:9

Mateo 24:43



Sobre la Autora
La Apóstol Limarie lleva 18 años sirviendo en distintos ministerios, entre ellos el pastorado, la educación Cristiana y el diseño de la mujer. Es esposa y madre de tres varones. Activamente está pastoreando, junto con su esposo el Apóstol Juan C. Vargas, la iglesia Casa de Adoración. Su libro más reciente es Yo Soy Quien Dios Dice Que Soy.

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