Protagonistas o Espectadores

Aquí, el Apóstol Pablo comienza su carta a los Efesios, detallando, recordando y confirmándoles su posición espiritual. ¿Porque esto era importante, específicamente a la Iglesia de Éfeso? Por el tipo de territorio que era Éfeso, Éfeso era uno de los territorios más cerrados y más hostiles al evangelio.

El mismo Pablo desarrolló una estrategia que no utilizo en ninguno de los demás territorios, entreno a sus discípulos a una Escuela por 2 años, esta escuela era una escuela especial pues su director se llamaba Tiranno. Se cree que esta escuela era un tipo de Escuela de Apologética, o sea, de defensa de la fe, una escuela de confrontación, de debate.

Éfeso no era un territorio para experimentar, para aprender, para improvisar, para jugar a ser cristianos, era un territorio de guerra para conquistar. Era un territorio que iba a desafiar a la iglesia, su conocimiento y su carácter, era necesario que la iglesia conociera bien su posición y su función, porque de otra manera, existía el riesgo de Exposición Espiritual, la cual trae consigo guerra espiritual como podemos ver en el capítulo 19 de Hechos, aquí Demetrio y los artífices se enfrentaron a Pablo y sus colaboradores.

Como nota adicional, fíjense en el significado del nombre Demetrio, “Seguidor de Demeter” quien era la diosa de las costumbres y la ley sagrada, o sea, era la diosa de la religiosidad. Pablo se enfrentó al líder del movimiento religioso griego y a sus seguidores.

Por eso Pablo en Efesios 1 nos recuerda nuestra posición en Cristo y como a través de esa identidad, tenemos acceso a dos armas espirituales poderosas, El Espíritu de Revelación y el Espíritu de Sabiduría.

Pablo y los discípulos no están jugando al cristianismo, aquí Pablo y los discípulos no están jugando a ser cristianos, hay territorios que te desafían a ser un cristiano genuino, dispuestos y decididos a llevar el mensaje del evangelio, hasta las últimas consecuencias.

La fuerza y el poder del espíritu, la autoridad, el entendimiento, la revelación, la sabiduría, las riquezas de su gloria y la supereminente grandeza de su poder, no es para una iglesia débil, asustada y principiante, es para una iglesia madura, decidida a llevar a cabo la Gran Comisión y fíjese en algo, Gran Co-Misión, o sea, la gran misión compartida, que compartimos.

Se puede hablar de Co-Misión se puede comparar con una Co-Visión, o sea una misma misión y una misma visión, no dividida, porque un ejército dividido, no prevalece.

Por eso Pablo comienza su carta con esta definición de lo cómo debería ser el ejercito que entraría y conquistaría Éfeso con una misma misión y una misma visión, Pablo no se puede dar el lujo de confiar en las apariencias, sino que les estaba recordando a sus colaboradores, los requisitos del Carácter para la Conquista.

Carácter para la Conquista

¿Cuántos estamos trabajando en el Carácter para la Conquista? ¿Cómo usted está desarrollando el Carácter para la Conquista?

Podemos pasarnos la vida gritando lo recibo, pero si no nos preparamos y desarrollamos el Carácter para la Conquista, nunca veremos el propósito ni las promesas cumplidas en nuestra vida. Usted puede Decretar todo lo que usted quiera, pero si no desarrollamos el Carácter para la Conquista, nunca veremos el cumplimiento ni el alcance de aquello que nos es necesario Conquistar.

A Pablo no le interesaba andar con muchos, a Pablo le interesaba andar con los correctos.

Estamos aquí porque Dios nos escogió para estar aquí en este tiempo. Estamos aquí porque Dios nos ha bendecido con toda bendición espiritual en los lugares celestiales, estamos aquí porque Dios nos escogió desde la fundación del mundo, habiendo sido predestinados como hijos suyos en Jesucristo, y según el puro afecto de su voluntad. Usted cree que Dios desarrollo un plan perfecto para que el enemigo viniera en este tiempo a destruirlo en su vida.

Vivimos en medio de una guerra y no seremos daño colateral en esta guerra, no seremos víctimas, no seremos una estadística más en esta guerra, “diga conmigo, no seremos víctimas ni estadísticas, seremos protagonistas”.

Quizás le choque la palabra protagonista, pero sabe algo, estamos en medio de un espectáculo y en ese espectáculo, somos protagonistas o somos espectadores, lo que usted decida. En este espectáculo habrá personas que nos miren de cerca y habrá personas que nos miren de lejos, se los voy a probar, busque conmigo en su Biblia.

Lucas 23:46-49: “Entonces Jesús, clamando a gran voz, dijo: Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu. Y habiendo dicho esto, expiró. Cuando el centurión vio lo que había acontecido, dio gloria a Dios, diciendo: Verdaderamente este hombre era justo. Y toda la multitud de los que estaban presentes en este espectáculo, viendo lo que había acontecido, se volvían golpeándose el pecho. Pero todos sus conocidos, y las mujeres que le habían seguido desde Galilea, estaban lejos mirando estas cosas”.

Hay personas que van a haber caminado con nosotros, pero que cuando llegue el momento de la verdad, se quedaran atrás y nos miraran de lejos, porque no son protagonistas, son espectadores. En 1 Corintios 4:9 y Hebreos 10:32-33 podemos leer otros ejemplos similares.

¿Sabe cuál es la diferencia entre un protagonista y un espectador? El Carácter para la Conquista, el Protagonista se queda cerca, hasta las ultimas consecuencias, mientras el espectador, se aleja y mira de lejos.

En esta casa conocemos la Misión y conocemos la Visión, ahora, usted decide si la hace suya también, si permite el proceso para salir de la expectación y participar de los padecimientos de Cristo y de muchos otros hermanos en este tiempo que han decidido seguir a Cristo hasta las últimas consecuencias (1 Pedro 5:8-11).