La Falsa Vida Espiritual vs La Experiencia de la Revelación

El Plan de Dios

Nos encontramos en tiempos de definición, en tiempos de manifestación, en tiempos de cumplimiento.

Somos una generación que hemos pasado por unos procesos muy fuertes y que estamos en este momento siendo probados para ver cual de esos procesos se completó y cual no, cuál de estos procesos formo y desarrollo la identidad que Dios ha propuesto para cada uno de nosotros.

El plan de Dios no es que vivamos eternamente en los mismos procesos, sino que seamos constantemente procesados para alcanzar nuevos niveles cuando nosotros así lo permitimos.

Pero definitivamente esto no es para todos, Apocalipsis 3:10-11 lee: Por cuanto has guardado la palabra de mi paciencia, yo también te guardaré de la hora de la prueba que ha de venir sobre el mundo entero, para probar a los que moran sobre la tierra. He aquí, yo vengo pronto; retén lo que tienes, para que ninguno tome tu corona.

Viene el momento para dos cosas: Defender ardientemente la Fe y Defender ardientemente nuestra salvación, ¿estás preparado/a?

Jesús tuvo una guerra violenta en contra de los fariseos, estos le cuestionaban todo, porque hacia lo que hacía y porque lo hacía cuando lo hacía, su pregunta constante era: ¿Con que Autoridad”?

Pero Jesús era una persona con autoridad terrenal y espiritual, Jesús podía hacer lo que ningún otro profeta en ningún tiempo podía hacer y no estamos hablando solo de los milagros sino de las aplicaciones espirituales de su mensaje porque Jesús era mucho más que un profeta, era el Mesías.

Con Jesús solo algunos fariseos atrevidos se atrevieron a hacerle frente porque siempre perdían en sus argumentos y discusiones con El, Jesús les ensenaba verdades incomprensibles para ellos.

Jesús pregunta en el verso 43: ¿Por qué no entendéis mi lenguaje?

Ahí mismo le da la respuesta…porque sois de vuestro padre el Diablo.

En el verso 48, los judíos responden con un insulto: “Respondieron entonces los judíos, y le dijeron: ¿No decimos bien nosotros, que tú eres samaritano, y que tienes demonio?”

Los religiosos son muy mansos hasta que son descubiertos, entonces se vuelven victimas muy violentas.

Juan 8:39-40 lee: “Respondieron y le dijeron: Nuestro padre es Abraham. Jesús les dijo: Si fueseis hijos de Abraham, las obras de Abraham haríais. Pero ahora procuráis matarme a mí, hombre que os he hablado la verdad, la cual he oído de Dios; no hizo esto Abraham?”

Pero mire las palabras de Jesús en Lucas 3:8: “Haced, pues, frutos dignos de arrepentimiento, y no comencéis a decir dentro de vosotros mismos: Tenemos a Abraham por padre; porque os digo que Dios puede levantar hijos a Abraham aun de estas piedras.”

Literalmente, hay cristianos que parecen que están hechos de piedra, porque eso es lo que crea la religión en las personas, endurecimiento. Por eso le respondieron a Jesús con insultos diciéndole “Samaritano y Endemoniado”.

¡¡¡Pero Jesús nunca pierde el enfoque, nunca pierde la paz!!! Y responde, Juan 8. 49-51: “Yo no tengo demonio, antes honro a mi Padre; y vosotros me deshonráis. Pero yo no busco mi gloria; hay quien la busca, y juzga. De cierto, de cierto os digo, que el que guarda mi palabra, nunca verá muerte.”

Jesús le está hablando de nuevo con un lenguaje que ellos no entienden, un lenguaje espiritual, un lenguaje profético. Jesús estaba preparando el escenario de su resurrección, de esta manera cuando el resucitara, todos sabrían que el mismo poder que operaria en El, operaria también en nosotros.

En este tiempo muchos estarán hablando del nacimiento de Jesús sin entender el propósito de Jesús. Muchos estarán hablando de su milagroso nacimiento sin nunca recibir el milagro de su muerte y resurrección.

Juan 8.53-58 cerro su conversación con los judíos de esta forma: "Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Antes que Abraham fuese, yo soy."

¿Sabe quiénes podrán entender esto? quienes le conozcan, quienes le experimenten, porque solo a ellos les será revelado.

La historia, todos la conocemos, conocemos al Jesús que para un tiempo como este nació en un pesebre, conocemos sus circunstancias de pobreza, conocemos su vida, pero muchas veces no conocemos su propósito.

¡Cuando decimos conocer, hablamos de experimentar!

Pronto hablaremos de los Sabios que llegaron a ofrecer regalos al Rey, sabemos de Simeón y Ana en el Templo que creyeron, esperaron, vieron y experimentaron al Mesías que era mucho más que un simple recién nacido.

Elizabeth y Juan el Bautista lo experimentaron también aun antes de su nacimiento porque experimentaron el propósito, experimentaron lo sobrenatural de aquel acto natural.

Cristo en estos días tiene que ser mas que una historia, tiene que ser una experiencia.