Los 3 Elementos de la Bendición

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una biblia abierta y un lema escrito de count your blessings

Basado en Juan 21:1-14

El Primer Elemento de la Bendición: El Arrepentimiento


En este proceso de entendimiento se encuentra la Elección, la Justificación, la Redención, la Remisión, la Regeneración, la Reconciliación, la Restitución, la Santificación, La Purificación y la Glorificación. A los que entienden este proceso se les llama Mas que Vendedores, según Romanos 8.

Uno de los textos más importantes para comenzar a entender los Elementos de la Bendicion se encuentre en:

2 Pedro 1:3-11 - “Como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder, mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia, por medio de las cuales nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas llegaseis a ser participantes de la naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia; vosotros también, poniendo toda diligencia por esto mismo, añadid a vuestra fe virtud; a la virtud, conocimiento; al conocimiento, dominio propio; al dominio propio, paciencia; a la paciencia, piedad; a la piedad, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor. Porque si estas cosas están en vosotros, y abundan, no os dejarán estar ociosos ni sin fruto en cuanto al conocimiento de nuestro Señor Jesucristo. Pero el que no tiene estas cosas tiene la vista muy corta; es ciego, habiendo olvidado la purificación de sus antiguos pecados. Por lo cual, hermanos, tanto más procurad hacer firme vuestra vocación y elección; porque haciendo estas cosas, no caeréis jamás. Porque de esta manera os será otorgada amplia y generosa entrada en el reino eterno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo”.

Ya para este punto, hermanos, debemos haber entendido que la vida del cristiano se compone de Procesos Continuos.

Procesos de Crecimiento, Procesos de Entendimiento, Procesos de Madurez. El Apóstol Pedro nos dice que “poniendo toda diligencia” añadimos a nuestra vida, fe, virtud, conocimiento, dominio propio, paciencia, piedad, afecto fraternal y amor. Y que, ocupándonos de estas cosas, no caeremos jamás.

Sabe porque la gente cae, porque la gente se aparta de estos Procesos de Crecimiento y nosotros decimos que “Cuando dejamos de crecer, le damos cabida a la frustración”, que es un resultado de no ver resultados ni avance en aquello en que nos movemos en nuestra vida natural, espiritual y ministerial. He llegado a entender, que los Procesos de Crecimiento, son Procesos de Fortalecimiento. Necesitamos personas y programas que nos asistan en estos procesos.

Habiendo alcanzado una vida espiritual, fuerte y saludable, ahora el Señor quiere que se manifiesten ciertas bendiciones en nuestra vida, como evidencia de nuestra relación con él.

Existen tres elementos que definen una vida de bendición y victoria.

“Operar desde el arrepentimiento (ante Dios), es operar desde el reconocimiento (de Dios) y operar desde el reconocimiento, nos lleva a operar en agradecimiento (a Dios)”
Recuerde bien estos tres términos: Arrepentimiento (No hay Regeneración), Reconocimiento (No hay Adoración) y Agradecimiento (No hay Bendición)

Estos elementos aseguran el Estado Ideal de Bendición o lo que también conocemos como la Plenitud. Pero tenemos que entender que estos elementos, operan en continuación con los Elementos de la Salvación. como antes mencionamos. O sea, usted no se puede saltar unos procesos para tratar de adelantar otros, usted no puede saltarse el Desierto para llegar directamente a la Promesa. Usted no puede saltarse el proceso de Formación de Carácter, para entrar en las Temporadas de Descanso, tenemos que salir de las áreas de niñez espiritual y falta de experiencia ministerial, para entrar, en las áreas de Plenitud, Juan 21, Apacentando a las Ovejas.

No podemos decir, “Ahora que conozco los Elementos de la Bendición, me voy a saltar los Elementos de la Salvación”, no funciona de esa forma. Nuestro crecimiento espiritual debe ser sistemático y constante, interrumpirlo y/o desviarnos de él nos retrasa y nos estanca, aunque no cancela nuestro propósito eterno, si realmente luchamos por volver al camino y cumplirlo.

Nuestro propósito siempre nos estará esperando en el lugar donde dejamos el proceso, es por eso lo daremos cuenta de si lo alcanzamos o no lo alcanzamos, porque el don y el llamado de Dios es irrevocable.

Nuestro propósito siempre nos estará esperando en el lugar donde dejamos el proceso, es por eso lo daremos cuenta de si lo alcanzamos o no lo alcanzamos, porque el don y el llamado de Dios es irrevocable.

Cuando alcanzamos el Reconocimiento, deberíamos entrar en una Vida de Agradecimiento, pues fuimos introducidos en un lugar que nos era imposible entrar y que, en la misericordia de Dios, hemos sido introducidos en Cristo, al rasgar el velo.

El Arrepentimiento tiene que ser genuino, y ¿cuál es el Arrepentimiento Genuino? El cual es resultado, de una Predicación Genuina y que produce una Fe Genuina, a esto se le llama Seguridad de Salvación.

Las Garantías de Salvación y Bendición son el resultado de este entendimiento y convicción, porque Dios no se puede negar a sí mismo, ni puede negar lo que ha dicho y esta escrito. 2 Timoteo 2:1-13 nos ofrece un panorama claro de lo que es ser, un Obrero Aprobado.

una pizarra de investigación con diferentes papeles con información

El Segundo Elemento de la Bendición: El Reconocimiento

1 Pedro 2:9-10 nos dice que el Reconocimiento es el Anuncio de las Virtudes de Dios. Nosotros vivimos en la revelación de quien es Dios en nuestra vida, pero para anunciarlo, tenemos que conocerlo personalmente, convertirnos en testigos, para esto tenemos que recibir poder como establece Hechos 1:8. Usted no anuncia al Dios de otras personas, usted presenta al Dios que usted mismo ha conocido y ha experimentado en su vida personal. Quién es Dios para usted, como se la ha manifestado, que ha hecho por usted, es parte de ese anuncio.

“Las personas en este tiempo buscan experimentar de Dios, no solo escuchar de él, si ellos no ven lo que Dios ha hecho en su vida, es posible que no quieren escuchar lo que usted tiene que decir acerca de él”

El Reconocimiento, no es solo conocer sino entender lo que ha hecho y hace Dios por nosotros, lo que nos lleva a vivir en convicción y en la convicción hay compromiso y pasión, esto también son manifestaciones de Agradecimiento hacia Dios, en nuestra vida. Muchas veces nos han hecho pensar que el Agradecimiento es una emoción, una reacción por alguna acción, pero en realidad, es una condición en la que se vive.

Una cosa es ser agradecidos en el momento de recibir algo, y otra mantener una actitud de agradecimiento por lo que se ha hecho, se hace y se hará por nosotros. No solo somos agradecidos por el perdón de nuestros pecados pasados sino porque sabemos que, aun para nuestros pecados futuros, hay un abogado que nos continuara defendiendo y perdonando si le continuamos buscando y sirviendo.

Amados, todas estas cosas de las que hoy les hablo, son desconocidas para la religión, porque el sistema religioso opera de otra forma, el Sistema Religioso es Esclavo de la Tradición, lo cual es otro tema. El Reino tiene principios, tiene realidades, tiene diseños, tiene procesos y tiene evidencias específicas, para demostrar si su ciudadanía es de arriba o es de abajo. Esto que hemos discutido tiene que ser una revelación a nuestra vida y no simplemente más información. (Colosenses 3:1-4)

Uno de los Elementos de la Salvación es la Glorificación, o sea, la Manifestación por medio de la Exaltación y esto sucederá si buscamos las cosas de arriba y no en las de la tierra. No se puede vivir con un pie arriba y otro pie abajo, con un pie dentro y otro fuera, no se puede vivir recibiendo información sin revelación, y revelación sin aplicación. El poner por obra la Palabra de Dios, es la mejor evidencia de que operamos en la fe correcta, la que nos da la capacidad de obedecer a Dios, y de vivir conforme a su Palabra.

Obedecer a Dios y vivir conforme a su Palabra, es la manera en que vivimos agradecidos y bendecidos. Es la garantía y nuestra seguridad, estar cimentados en el principio del amor, el amor que nos alcanzó primero y el amor al que respondimos después, nos define.

Juan 14:25: “Si me amáis, guardad mis mandamientos” y el verso 24 lee: “El que no me ama, no guarda mis palabras; y la palabra que habéis oído no es mía, sino del Padre que me envió”.

unas manos levantadas para recibir

El Tercer Elemento de la Bendición: El Agradecimiento

El agradecimiento nos lleva a amar a Dios sobre todas las cosas y a obedecerle. A vivir en el Estado Ideal o de Plenitud, que son los estados de Arrepentimiento, Reconocimiento y Agradecimiento. Este estado nos lleva a vivir con Puertas y Ventanas Abiertas para bendición, como nos lo confirma Isaías 45:2-3, y Malaquías 3:10.

Uno de los momentos mas importantes en la historia del cristianismo sucedió cuando Moisés recibió los 10 Mandamientos, en Deuteronomio 5, pero inmediatamente después, se estableció el Gran Mandamiento en Deuteronomio Deuteronomio 6.1-9.

Aquí no hay recetas mágicas, ni otros modelos nuevos, ni atajos, hacia una vida espiritual saludable y productiva. No nos estamos inventando un proceso nuevo de bendición, estamos volviendo a lo que dice la Palabra.

Tenemos que andar, agradándole al Señor en todo, llevando mucho fruto, creciendo en conocimiento, siendo fortalecidos, gozos y aptos para participar en la herencia de los santos, porque hemos sido librados de la potestad de las tinieblas y sido trasladados al reino eterno de nuestro Señor Jesucristo, a través del cual hay redención de nuestros pecados.

Nuestra vida se tiene que ajustar a esta realidad, a este estándar, de ser Hijos de Dios. Dicho estándar incluye todos estos procesos mencionados, y solo así garantizamos el resultado de la condición ideal en nuestro espíritu, alma y cuerpo. Los Elementos de la Salvación nos llevan a los Elementos de la Bendición, porque primero tenemos que ser rescatados para ser adoptados como Hijos e injertados en las Promesas de Israel, como el Olivo Natural que es.

Nuestra realidad natural tiene que ser reemplazada por una realidad espiritual, nuestra vieja vida tiene que ser revestida por una nueva vida, y entonces lo natural será cubierto por lo sobrenatural.

Esto es el Evangelio del Reino, el Reino es Cristo y en este reino encontraremos verdadera bendición. La decisión es nuestra. Si buscamos primero el Reino de Dios y su justicia, todas demás cosas serán añadidas, pero si buscamos las demás cosas, y no buscamos el Reino de Dios primero, entonces no vivimos en el orden que Dios requiere para que seamos verdaderamente libres y bendecidos. Y a lo que le estamos llamando bendición en este momento, podría ser más maldición que bendición.



Sobre el Autor
El Apóstol Vargas es fundador de varios ministerios, donde la educación cristiana es uno de ellos. El es Coach Cristiano, Capellán, y un Maestro de la palabra de Dios. Su libro publicado más reciente es Mentoría Generacional.